Tras la oración del Ángelus dominical, el Papa invitó a todos a rezar en silencio por la crisis en Ucrania (país en Europa del Este), del cual -dijo- llegan "noticias muy preocupantes". Mientras tanto, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, aumenta la tensión ante la temida invasión rusa. Por ello, Francisco confió a la intercesión "de la Virgen María y a la conciencia de los responsables políticos, cada esfuerzo por la paz".