Hace poco más de cincuenta años, tres Hermanas Dominicas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús iniciaron una misión en una zona marginada de Colombia. Hoy estas hermanas cultivan otro sueño: construir un hogar en Venezuela para que los jóvenes puedan completar su educación secundaria y convertirse así en agentes de su propio desarrollo, el de sus familias y el de la comunidad.