Durante la audiencia a la Comisión Internacional del Apostolado Educativo de la Compañía de Jesús el Papa subrayó la urgencia de descentrarnos de nosotros mismos «para percibir a los demás», especialmente a aquellos que están en los márgenes de nuestras sociedades y que no sólo necesitan nuestra ayuda, sino que también «tienen mucho que enseñarnos y ofrecernos». Es necesario un nuevo pacto educativo global, para «crear un futuro lleno de esperanza», les dijo