Fallece fray Juan Antonio, golpeado brutalmente por un perturbado que se coló en el Monasterio de Gilet
"Lamentablemente, uno de nuestros hermanos heridos, trasladado al hospital en estado crítico, ha falleció hoy lunes, a causa de las lesiones sufridas en la cabeza. La Provincia franciscana, sus familiares y allegados lloran esta pérdida irreparable", anuncia en un comunicado la Provincia de la Inmaculada Concepción de la Orden Franciscana.  Se trata del padre Juan Antonio Llorente, franciscano […]

"Lamentablemente, uno de nuestros hermanos heridos, trasladado al hospital en estado crítico, ha falleció hoy lunes, a causa de las lesiones sufridas en la cabeza. La Provincia franciscana, sus familiares y allegados lloran esta pérdida irreparable", anuncia en un comunicado la Provincia de la Inmaculada Concepción de la Orden Franciscana. 

Se trata del padre Juan Antonio Llorente, franciscano del monasterio de Gilet (Valencia) de 76 años de edad, que fue brutalmente agredido el pasado sábado en el convento de Santo Espíritu del Monte, perteneciente a la Provincia de la Inmaculada Concepción. Ha fallecido en el Clínico de Valencia.

Sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico a causa de los palos que recibió de un perturbado que se coló en el monasterio, de nombre Javier B.C, un hombre de 46 años y con antecedentes policiales por violencia de género que fue detenido el domingo por la Policía Nacional como presunto autor del atentado que sufrieron los frailes franciscanos. 

Este individuo atacó violentamente a cinco frailes que residen en dicho convento al grito de "soy Jesucristo". Según fuentes oficiales, el agresor es un consumidor de diversas sustancias y estaba bajo sus efectos en el momento de los hechos.

Actualmente, otros dos frailes permanecen hospitalizados, recibiendo atención médica por las heridas que sufrieron durante el brutal ataque. Los dos restantes, con lesiones de menor gravedad, ya han sido dados de alta y se encuentran en el convento bajo observación y cuidados, explican los franciscanos. 

"Pedimos a todos los hermanos y hermanas en la fe que nos acompañen en la oración por el alma de nuestro querido hermano fallecido y por la pronta recuperación de los frailes que siguen hospitalizados o consternados. Asimismo, agradecemos a la Guardia Civil su rápida intervención; a las autoridades locales y al personal sanitario sus atenciones en este delicado momento. En estos días de dolor, confiamos en el amor y la paz de Cristo, nuestro bien supremo, Él nos dará el consuelo y la fortaleza para superar esta tragedia", concluyen los religiosos. 

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