Administrador apostólico de Alcalá de Henares
Diócesis con problemas de clero
Nueva etapa de designaciones episcopales
José Cobo y Jesús Vidal Chamorro, ayer en la rueda de prensa.
Ayer al mediodía, la Nunciatura Apostólica en España, a través de la Conferencia Episcopal, hacía público el nombramiento del obispo auxiliar de Madrid monseñor Jesús Vidal Chamorro como obispo de Segovia.
La diócesis de Segovia recibía, de nuevo, un obispo auxiliar de Madrid como titular, sin que ello suponga que la diócesis castellana se haya convertido en una diócesis sufragánea de la capital de España.
Ternas de nombramientos
Desde hacía tiempo corría el rumor de que monseñor Jesús Vidal, que fue nombrado obispo auxiliar de monseñor Carlos Osoro el 29 de diciembre de 2017, se movía en las ternas de nombramientos episcopales. No hay que descartar, por tanto, que inicialmente su destino fuera otro.
Monseñor Vidal formaría parte, por tanto, del equipo de auxiliares del cardenal Osoro, junto con monseñor José Cobo y monseñor Santos Montoya. Además de monseñor Juan Antonio Martínez Camino, la herencia que se transmite arzobispo tras arzobispo.
Administrador apostólico de Alcalá de Henares
Pero entre el 21 de septiembre de 2022 y el 10 de junio de 2023 monseñor Jesús Vidal fue nombrado administrador apostólico de Alcalá de Henares. Servicio que desarrolló con ejemplaridad, razón por la cual hizo que no pocos supusieran que se quedaría como obispo titular de esa diócesis, en sustitución de monseñor Juan Antonio Reig Pla.
Pero no fue así. La circunstancia de que un obispo auxiliar, monseñor José Cobo, fuera elegido por el Papa como arzobispo de Madrid colocó a monseñor Jesús Vidal, una vez que monseñor Santos Montoya fuera nombrado obispo de Calahorra-la Calzada-Logroño, en la situación de acompañar a su hermano en funciones de auxilio a dar continuidad en el día a día entre una etapa y otra.
Nuevos obispos auxiliares
Ahora, una vez que el cardenal José Cobo hizo los nombramientos primeros de sus obispos auxiliares, llegaba el tiempo del ajuste fino. Es decir, de permitir, incluso facilitar, la salida de monseñor Vidal hacia una diócesis, aspiración última de todo obispo auxiliar.
Este ajuste fino no implica que el cardenal Cobo vaya a nombrar nuevos obispos auxiliares, tampoco lo descarta. Que procure el nombramiento de sacerdotes madrileños, incluso de su entorno, como obispos, es un lugar común.
El nombre de Santos Urías figura a la cabeza de esa lista, entre otras razones, por el peso efectivo que este sacerdote, calificado como “social”, está teniendo en la pastoral del centro de Madrid, en cuyo territorio ya está tomando algunas decisiones no exentas de cierta polémica intraeclesial.
Gobierno sinodal
El cardenal Cobo, que procura pasar el tiempo justo en Roma, pese a sus múltiples tareas, tanto las encomendadas por el Papa directamente como las de su pertenencia a diversos Dicasterios romanos, ha apostado por un gobierno sinodal en el que no sólo juegan un papel fundamental sus obispos auxiliares, sino también un grupo de sacerdotes, principalmente pero no sólo los vicarios episcopales, junto con la presencia de laicos que ejercen lo que se pudiera denominar una potestad sinodal derivada. Es el caso de la teresiana Laura Moreno, entre otros.
Diócesis con problemas de clero
La clave de este nombramiento para Segovia, una diócesis con serios problemas de clero, más allá de la voluntad de monseñor Jesús Vidal de iniciar una nueva singladura, una vez que ha demostrado su fidelidad al cardenal Cobo, es el prestigio que el hasta ahora obispo auxiliar de Madrid ha ido adquiriendo en su trabajo de coordinador, delegado, plenipotenciario, o como se denomine, del Plan de reorganización de los Seminarios españoles. Prestigio reconocido tanto en Roma como en España por los obispos miembros de la Conferencia Episcopal.
Nueva etapa de designaciones episcopales
Este nombramiento abre una nueva etapa de designaciones episcopales en las que, según fuentes conocedoras de los procesos, la Conferencia Episcopal va a seguir sumando obispos procedentes de Congregaciones e Institutos de Vida Religiosa.
Un ejemplo claro podría ser el del bilbaíno padre General de los Escolapios, Pedro Aguado Cuesta, al que ya prácticamente se le da como futuro obispo en España. No hay que descartar que Madrid tenga un obispo auxiliar religioso, y que no sea jesuita, como es el caso de monseñor Martínez Camino.
En la actualidad el nombramiento de obispos, más allá de las obligadas actuaciones del Nuncio en España, monseñor Bernardito Cleopas Auza, se hace a cuatro manos, las del cardenal Cobo y las del cardenal Omella, pasando por monseñor Satué, que espera su momento.
Mientras el cardenal Cobo es activo en la propuesta de nombres con perfiles no pocas veces disruptivos, el cardenal Omella lo es en modificar o confirmar los destinos, en un curioso juego de precedencias, procedencias, preferencias y destinos.
Mons. Jesús Vidal Chamorro, nuevo obispo de la Diócesis de Segovia.