El sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano inaugura el II Congreso Internacional de Hermandades en Sevilla
Mensaje del Papa El papel de las hermandades frente al individualismo “Pilares de la identidad del pueblo sevillano” Las hermandades ante los cambios sociales Monseñor Saiz: “Salir al encuentro” Juanma Moreno: “Semillero de valores” “Epicentro de la cristiandad” Poner de relieve la importancia de la religiosidad popular Mons. Edgar Peña, Mons. Saiz Meneses y Juanma […]

Mensaje del Papa

El papel de las hermandades frente al individualismo

“Pilares de la identidad del pueblo sevillano”

Las hermandades ante los cambios sociales

Monseñor Saiz: “Salir al encuentro”

Juanma Moreno: “Semillero de valores”

“Epicentro de la cristiandad”

Poner de relieve la importancia de la religiosidad popular

Mons. Edgar Peña, Mons. Saiz Meneses y Juanma Moreno.

Monseñor Edgar Peña, sustituto de la Secretaría de Estado y legado pontificio para el congreso internacional, ha inaugurado ayer por la tarde las sesiones que se celebrarán hasta el próximo sábado en la Catedral de Sevilla, del II Congreso Internacional de Hermandades y piedad popular. 

Mensaje del Papa

En nombre del papa Francisco, dio “la más cordial bienvenida a todos los que participan en este segundo Congreso bajo el lema inspirador ‘Caminar en esperanza”.

Previamente, el nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Auza, dio lectura al mensaje enviado por el papa Francisco a los participantes en este encuentro cofrade internacional. El pontífice recordó la figura de san Manuel González con varios pasajes: “qué gozo ver caminar el cortejo acompasado por el ritmo de una oración silenciosa”.

El papel de las hermandades frente al individualismo

Al inicio de su alocución, monseñor Edgar Peña afirmó que “como miembros de una comunidad de fe, nos adentramos en un tiempo de encuentro, reflexión, oración y comunión, en busca de una comprensión más profunda del significado y la importancia de las hermandades y cofradías en la Iglesia de hoy, mientras vamos avanzando por los senderos de la vida espiritual, confiando en el Señor Jesús y bajo la mirada de la Madre de Dios”.

Así mismo, destacó el papel de las hermandades frente al individualismo y la creciente secularización. Edgar Peña elogió tamibén a “riqueza de siglos de historia, fe y tradición” que atesora Sevilla, y el “crisol de culturas y fusión de estilos” que se aprecia en “su majestuosa Catedral”.

Afirmó que “el fundamento de la vida de todo cristiano y, por tanto, de cada hermandad y cofradía es el Señor”, una idea que reforzó señalando que “es el Señor quien da orientación y sentido a la pertenencia a las cofradías y hermandades, que deben cimentarse siempre en Jesucristo, piedra angular, para que no pierdan su identidad y cometido”.

“Pilares de la identidad del pueblo sevillano”

Llevado a la realidad local de Sevilla, señaló que “desde hace siglos, las hermandades y cofradías han sido también pilares fundamentales de la identidad del pueblo sevillano”. Además, apunto que las hermandades y la piedad popular pueden ofrecer hoy un consuelo espiritual y un sentido de pertenencia “para que aquellos que buscan significado y trascendencia en sus vidas puedan encontrarse con Jesucristo, fuente de la verdadera alegría, porque cuando estas manifestaciones se traducen en expresión social, se convierten en un testimonio gozoso de la propia fe a los ojos de los no creyentes y en un estímulo para los débiles”.

Finalmente, valoró que las hermandades “siguen atrayendo a muchos a la fe, por la vía de la belleza y del amor eclesiales, al mismo tiempo que van entretejiendo una red de devoción, fraternidad y compromiso social que involucra cada aspecto de la vida de la comunidad”. 

Las hermandades ante los cambios sociales

Dirigiéndose a los congresistas, el legado pontificio señaló la adaptación de las hermandades a los contextos social y cultural: “han experimentado cambios significativos, debido a la influencia cultural y a la globalización. Si bien algunas tradiciones se han mantenido intactas, otras han ido incorporando nuevas formas de expresión y participación. Pues la piedad popular «se trata de una realidad en permanente desarrollo, donde el Espíritu Santo es el agente principal”.

Finalizó su intervención tendiendo las manos a los cofrades: “en medio de estos cambios y desafíos contemporáneos, la Iglesia los necesita especialmente a ustedes, queridos amigos y amigas, para llevar el anuncio del Evangelio de la caridad a todos, recorriendo caminos antiguos y nuevos”. 

Monseñor Saiz: “Salir al encuentro”

Tras el legado pontificio intervino el arzobispo de Sevilla, que recordó al cardenal Amigo Vallejo, organizador hace veinticinco años del primer congreso internacional. Monseñor Saiz Meneses afirmó que “las hermandades están llamadas a salir al encuentro de los hombres y mujeres de hoy para descubrir sus gozos y esperanzas, sus tristezas y angustias, en especial de los más pobres y necesitados, y entablar con ellos un diálogo verdadero y profundo, y propiciar un encuentro con Cristo que sea el comienzo de una vida nueva, de una relación personal con el Señor”. “Esta debe ser su alma, y su identidad más profunda, que comporta una entrega decidida a la evangelización y a la pastoral de la Iglesia”, añadió.

En esta línea, planteó la necesidad de que la piedad popular se sitúe en relación estrecha con la misión de la Iglesia y la transmisión de la fe, “de manera que las hermandades puedan ofrecer un itinerario que contribuya a que muchas personas abran la mirada a la belleza de la experiencia cristiana”. Además, señaló que las hermandades han de ofrecer un “testimonio creíble de la fraternidad que les da nombre”.

El arzobispo de Sevilla finalizó su intervención en este acto inaugural insistiendo en la “llamada a ser faros de caridad en un mundo cargado de luces y sombras, de oscuridades y desafíos”. 

Juanma Moreno: “Semillero de valores”

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha subrayado “el importante papel que nuestras hermandades desempeñan en nuestra sociedad todos los días del año”. “Una misión que no es flor de una semana, por extraordinaria que sea nuestra Semana Santa, sino que es el sostén y la esperanza para numerosas personas y familias vulnerables”, ha afirmado.

Moreno ha destacado a las hermandades como “semillero de valores y acciones ejemplares que nos ayudan a construir una sociedad mejor” y ha expresado la voluntad de su Gobierno de mantener las líneas de colaboración abiertas con ellas y con la Iglesia, “especialmente a la hora de proteger, mantener y divulgar el riquísimo patrimonio que atesoran”, para lo que se ha reactivado recientemente la Comisión Iglesia-Junta de Andalucía.

“Epicentro de la cristiandad”

Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, dio la bienvenida a los congresistas en nombre de una ciudad que “como define nuestro arzobispo, es la capital mundial de las hermandades”. Destacó la importancia de estas corporaciones en el tejido social: “son las entidades más vertebradoras de toda la sociedad en nuestra ciudad y en cada rincón de la provincia, donde se suman más de 700 corporaciones de esta índole en toda nuestra geografía”, explicó.

Sanz definió el II Congreso Internacional como un acontecimiento “único”, que tendrá un colofón especial, la procesion de clausura, “en la que el Ayuntamiento ha puesto todos sus esfuerzos para contribuir a que sea un éxito”. “Un despliegue sin precedentes en el que trabajarán todos los servicios municipales a los que ya agradezco de antemano su esfuerzo”, añadió. Tras recordar las dos visitas del papa Juan Pablo II a Sevilla –“que marcaron un antes y un después en este tipo de acontecimientos”-, el alcalde concluyó su intervención afirmando que Sevilla será durante estos días “el epicentro de la cristiandad y espejo donde se mirarán todos”.

Poner de relieve la importancia de la religiosidad popular

Cerró el turno de intervenciones el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez, que subrayò la finalidad última del congreso: “poner de relieve la importancia de la religiosidad popular en nuestra tierra, auténtica muestra de realidad eclesial que constituye un verdadero dique de contención frente a la ola de relativismo y consumismo que atravesamos, males de nuestro tiempo, ante los que repetidamente nos han alertado los últimos pontífices: san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco”.

Vélez reivindicó la “forma característica” que tiene  las hermandades de celebrar “unos cultos que, afortunadamente, hacen que nuestros templos se llenen de cofrades, que expresan así su fe y su amor a Dios y a la Santísima Virgen a través de la honda devoción que profesan a sus titulares”. Destacó también los “importantes avances” experimentados en la vida de las hermandades durante los veinticinco años que han mediado entre los dos congresos internacionales, y señaló que este encuentro cofrade huye de la autocomplacencia para, en cambio, “profundizar en nuestras raíces y en nuestro quehacer”.

Tras agradecer la colaboración de todas las instituciones que han hecho posible este congreso, Francisco Vélez expresó su deseo de que el congreso proporcione “abundantes frutos y que los mismos perduren en el tiempo”.

Mons. Edgar Peña, Mons. Saiz Meneses y Juanma Moreno.

 

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