El teólogo moralista advirtió sobre la necesidad de dar una respuesta desde las bases de la Iglesia ante las amenazas que crea la Inteligencia Artificial. Usando interesantes metáforas literarias, habló de nuevas vulnerabilidades y precoces adicciones en el IV Congreso de Ceprome en Lima, que refuerza el compromiso latinoamericano de cara a los abusos sexuales de menores en el contexto eclesial.