La liberación de los presos cubanos forma parte de los esfuerzos de mediación que la Iglesia católica lleva a cabo desde hace años y está en consonancia con los llamamientos jubilares del Papa Francisco. El proceso de liberación se inició inmediatamente después de que Estados Unidos – en los últimos días de la administración Biden – decidiera excluir a Cuba de la lista de países que «patrocinan» el terrorismo. Una disposición anulada posteriormente por el presidente Trump