Un grupo de 85 fieles rusos, procedentes de Moscú y otras ciudades, se encuentran en Roma durante toda la semana para una peregrinación jubilar planificada desde hace tiempo. Debían encontrarse con Francisco, pero al no poder hacerlo por su hospitalización, decidieron caminar hasta el hospital y rezar el Rosario por su recuperación. Mons. Dubinin: «Hemos querido reforzar el vínculo espiritual con el Santo Padre. Es un gran Papa».