Llegaron, gracias al Comité de la Jornada Mundial de los Niños, de distintas partes de Italia, impulsados por el afecto hacia el Pontífice, para llevarle flores, tarjetas, dibujos y cartas en las que expresaban su deseo de verlo curado. Tras el rezo del Ángelus, el homenaje a la Virgen María en la capillita del Policlínico […]
Llegaron, gracias al Comité de la Jornada Mundial de los Niños, de distintas partes de Italia, impulsados por el afecto hacia el Pontífice, para llevarle flores, tarjetas, dibujos y cartas en las que expresaban su deseo de verlo curado. Tras el rezo del Ángelus, el homenaje a la Virgen María en la capillita del Policlínico
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