Lo católico en la configuración de la nación histórica española
El concepto de España  Reflexión histórica Sentimiento nacional La catolicidad y la nación histórica española Análisis genético de la población española En una época en la que emergen las identidades como signos diferenciadores, identidades personales, de grupo, de comunidad, preguntarse por la identidad nacional es obligado. Entre otras razones para detectar en perspectiva cuáles son los […]

El concepto de España 

Reflexión histórica

Sentimiento nacional

La catolicidad y la nación histórica española

Análisis genético de la población española

En una época en la que emergen las identidades como signos diferenciadores, identidades personales, de grupo, de comunidad, preguntarse por la identidad nacional es obligado.

Entre otras razones para detectar en perspectiva cuáles son los elementos comunes que configuran la convivencia, la forma común de estar en el mundo de nuestra vida.

El concepto de España 

Estamos en un tiempo de nuevas construcciones sobre la base de de-construcciones. Es decir, hay quienes consideran que es necesario negar la preexistencia de una conciencia histórica como sustrato de la identidad colectiva nacional para crear una nueva conciencia.

Es más, hay quienes se “inventan” narraciones históricas que configuran identidades que tienen como fin la confrontación disolvente de lo común. Véase la historia que se está enseñando en determinadas regiones españolas.

El concepto de España es, ante todo, un concepto histórico y cultural, más allá de lo geográfico y lo político.

Por lo tanto, la nación española es una comunidad inmemorial que hunde sus raíces en una larga historia de vínculos compartidos y lealtades acreditadas, como recuerda el profesor Ladero Quesada, ampliamente citado aquí. ¿Cuáles son esos vínculos y cuáles esas lealtades”.

Reflexión histórica

Todo esto lo explica muy bien el profesor Rafael Sánchez Saus, querido rector emérito de la Universidad CEU San Pablo y catedrático de Historia medieval de la Universidad de Cádiz.

No debemos olvidar además que la reflexión histórica sobre el ser de España, sobre su identidad, sobre su idiosincrasia, emerge con fuerza en momentos de crisis, sean éstas crisis de configuración, crisis políticas, culturales, incluso económicas.

Hay una tendencia historiográfica que afirma que preguntarse por España, desde postulados sustantivos, es decir, de esencias, es condición de generación de conflictos que acaban aterrizando en otras formas de violencia social.

Por lo tanto hay que acabar con todo lo que signifique explicación del ser, de la verdad de los hitos que conformaron el proyecto común de España, también desde postulados históricos.      

Sentimiento nacional

Por eso, entre otras razones, este libro del profesor Sánchez Saus es oportuno. Nos ayuda a entender que el sentimiento nacional es uno de los más potentes que existen. También que existen unos rasgos que acabarán dando lugar a la nación española.

Se puede afirmar que, cualquiera que sea el rasgo que decidamos privilegiar para definir una nación, España lo posee, a menudo desde hace siglos. Es más, siempre ha estado entre las primeras en alumbrar y desarrollar dichos rasgos definitorios.

Dada la complejidad de la historia española, es sorprendente la continuidad que se observa en los sentimientos de una patria común a lo largo de los siglos. Esa identidad histórica se ha mostrado enormemente resistente hasta hoy, a pesar de tantos avatares.

La grave desestructuración ocasionada en el siglo VIII (invasión árabe) permitió la aparición de identidades particulares que, pese a la gran corriente de unidad detectable desde los siglos medievales, ha generado movimientos cíclicos contra la identidad común.

La catolicidad y la nación histórica española

El modelo de Estado bajo el que fraguó esa unidad, la Monarquía hispánica, no se planteó la necesidad de una mayor integración.

Por último, las graves dificultades del periodo 1790-1840 hicieron muy difícil la construcción de un Estado nacional sólido e irreversible.

En este sentido, como queda evidente en el libro, la catolicidad es un rasgo constitutivo de la nación histórica española.

No olvidemos que, como señala el autor, “hoy existe una resistencia grande a extraer las necesarias consecuencias de cuanto llevamos expuesto en lo que se refiere a la temprana constitución de una identidad y un Estado que, sobre las dos grandes aportaciones godas a la historia de España y a los siglos siguientes, la monarquía y la catolicidad del país y de sus instituciones, cuaja en los más parecido a una nación que podía concebirse en tiempos tardo antiguos o prontomedievales”.

Análisis genético de la población española

Algunas curiosidades de este libro es, por ejemplo, son lo referido al análisis genético de la población española.

Hoy es admitido el escaso componente genético norteafricano de la población nacional, incluso en aquellos territorios en los que la presencia islámica, y por tanto la relación con el Magreb, se prolongó en el tiempo.

El conjunto del pueblo español es muy homogéneo desde el punto de vista genético. Mucho más de lo que son otros países europeos como Francia o Alemania, por no decir Italia.

Y así muchas otras aportaciones que hacen de este libro un libro imprescindible en esta materia.

Historia de la nación española

Rafael Sánchez Saus

La Esfera de los Libros

Historia de la nación española. Rafael Sánchez Saus

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