Con motivo del Día del Agua celebrado el 22 de marzo, la hazaña de Don Terenzio Pastore de construir once pozos en uno de los países más pobres y sedientos de África Oriental ha liberado de la sequía a pueblos remotos y aislados. Gracias a la ayuda de cientos de benefactores, el sacerdote, miembro de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, ha puesto en marcha un proyecto que ha implicado también a escuelas y comunidades.