En su homilía en la Misa del Jubileo de los Misioneros de la Misericordia, el Arzobispo Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización relee la parábola del “hijo pródigo”: “Nadie puede permanecer fuera de la casa del Padre”, lo cual sería el rechazo de su amor y “conduciría al sinsentido de la vida”. Esta tarde el concierto “Missa Papae Francisci” en memoria de Ennio Morricone.