¿De qué hablamos cuando hablamos de la pederastia en la Iglesia y en la sociedad?
Lo primero son las víctimas  Análisis de la pederastia  Bibliografía anglosajona Chivo expiatorio  El trabajo del Defensor del Pueblo No son muchos los trabajos de investigación y análisis sobre lo que ha pasado y está pasando con la cuestión de la pederastia en la Iglesia. Trabajos, más o menos divulgativos, en los que se haga […]

Lo primero son las víctimas 

Análisis de la pederastia 

Bibliografía anglosajona

Chivo expiatorio 

El trabajo del Defensor del Pueblo

No son muchos los trabajos de investigación y análisis sobre lo que ha pasado y está pasando con la cuestión de la pederastia en la Iglesia. Trabajos, más o menos divulgativos, en los que se haga un análisis conjunto de hechos, datos, actores, procesos, efectos.

Antes de seguir con esta reseña hay que aclarar con rotundidad que un solo caso de pederastia en la Iglesia es un crimen abominable, por lo tanto un delito con una importante repercusión penal y moral que afecta a todo el cuerpo eclesial. Intentar explicar no significa nunca justificar.

Lo primero son las víctimas 

También hay que recordar que lo primero son las víctimas y que el proceso de cambio en la legislación de la Iglesia a este propósito, no por desconocido, está siendo menos eficaz.

Aquí tenemos un texto contracorriente, incluso contracultural, que si por algo se caracteriza es por la nitidez con la que quiere trasmitir algunas ideas que expresa de forma directa y que sorprenderán a más de uno.

Un trabajo elaborado por Josep Mirò i Ardévol, fundador y Presidente de E-cristians y de la Corriente Social Cristiana, un clásico, diríamos, de la presencia activa de la Doctrina Social Cristiana en los medios.

Análisis de la pederastia 

Este libro, por tanto, es también acta y testimonio de lo que su autor, y las instituciones que representa, han hecho sobre esta cuestión. Principalmente de su análisis sobre, digamos, el fenómeno político y periodístico de la pederastia en la sociedad y en la Iglesia.

Un fenómeno que aquí es tratado mayoritariamente desde el punto de vista numérico, lo que representa una de las grandes aportaciones de este libro. Nos presenta los números, casi de forma sinóptica, de lo que se ha estudiado y publicado sobre la pederastia en España. Responde a la pregunta, ¿de qué hablamos cuando hablamos de la pederastia en la Iglesia y en la sociedad?

Hay que agradecer al autor las incursiones internacionales. Por ejemplo, la síntesis de la farsa de las famosas fosas comunes de niños indígenas en Canadá, una historia de la que no se suele hablar.

Bibliografía anglosajona

La utilización en el libro de bibliografía anglosajona reciente, para dar contextos a lo que plantea, es una de las más valoradas aportaciones que hace.

De la lectura de este libro, que como suele ocurrir tiene algunas repeticiones, lógicas en una obra que sintetiza parte de no pocos textos anteriores suyos, se sacan interesantes conclusiones no habitualmente dichas.

El libro se podría sintetizar, por tanto, en una serie de tesis, de las que paso a enumerar algunas de ellas.

Chivo expiatorio 

La Iglesia se ha convertido en el chivo expiatorio que determinados actores sociales, políticos y comunicativos, han diseñado para ocultar un fenómeno más amplio que afecta a la sociedad y sobre el que parece se ha impuesto un velo de silencio.

No se olvida aquí relacionar la pederastia con determinadas propuestas filosóficas y culturales en contexto de la revolución sexual fruto del mayo del 68.  

En España, este proceso de la pederastia ha sido particularmente singular y lesivo contra la imagen de la Iglesia, sobre todo a partir de la decisión del Congreso de los Diputados y del Defensor del Pueblo, con su Informe, limitando su indagación  a la Iglesia católica, en una acción discriminatoria y arbitraria.

El trabajo del Defensor del Pueblo

Incluso la decisión del trabajo del Defensor del Pueblo podría ser inconstitucional, cuestión todavía no aclarada por el organismo competente.

Desde el punto de vista cuantitativo, “se constata la marginalidad de los casos vinculados a la Iglesia. Centrar la atención en ella es enmascarar la magnitud y las responsabilidades públicas del problema. Esta marginalidad es evidente incluso con los propios casos de El País y del Informe del Defensor del Pueblo. Basta para constatarlo basta con calcular el promedio anual de la cifra agregada que presentan”, leemos.

El proceso en España ha manifestado, según nuestro autor, “una profunda mala fe, ya que no ha intentado determinar la importancia del hecho que pretendía indagar, sino buscar la forma de presentarlo de la manera más escandalosa posible para la Iglesia”.

Y así una serie de conclusiones más que invitamos a leer, a pensar y a comentar.

La pederastia en la Iglesia y la sociedad

Josep Miró i Ardèvol

Sekotia

La pederastia en la Iglesia y la sociedad.

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