En la catequesis del Ángelus preparada por el Pontífice, continúa la invocación por el cese de la violencia, especialmente en las zonas más críticas del planeta: el pensamiento de Ucrania y sus niños, de Gaza en “condiciones inimaginables”, de Sudán del Sur, Sudán y RD Congo, de Myanmar devastado por el terremoto y de Haití donde dos religiosas fueron víctimas de emboscadas criminales.