“Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante"
Un escritor ateo, anticlerical y laicista militante. Y un arzobispo. Juntos conversando sobre un libro que este escritor, que se define así en la primera pagina de su trabajo, acaba de publicar, “El loco de Dios en el fin del mundo”.
En la 49 Feria del Libro
Ya habrán adivinado que se trata de Javier Cercas, epígono de la cultura de hoy y estrella de los medios de comunicación prescriptores del progresismo. El arzobispo es el de Burgos, monseñor Mario Iceta, doctor en medicina y en teología.
Esto ocurrirá en la inauguración de la 49 Feria del Libro de Burgos, el próximo 29 de mayo en el Teatro Principal de la ciudad. José María Yudego, a quien los medios de la ciudad definen como agitador cultural, actuará como maestro de ceremonias.
“Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante"
Cercas explica así en la primera página de su último libro la razón de su trabajo:
“Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo”.
La iniciativa de la conversación partió del presidente de la Asociación de Libreros, Álvaro Manso, que le planteó al arzobispo de Burgos, monseñor Mario Iceta, esta posibilidad. Don Mario no tuvo más que mirar la agenda y descubrir que esa tarde estaba preparada para ese encuentro.
El atrio de los gentiles
Burgos será escenario de un nuevo episodio de lo que el Papa Benedicto XVI llamó “El atrio de los gentiles”. Una conversación, encuentro, que no dejará a nadie indiferente y que ejemplifica el impulso del diálogo entre la fe y cutura que se está desarrollando en esa diócesis. Un diálogo que se expresa, por ejemplo, en las nuevas actuaciones expositivas de la Catedral o en los encuentros entre la Facultad de Teología de Burgos y la Universidad de Burgos, o ahora también con la increencia interpelada por el Papa Francisco. Un diálogo en las más puras periferias.