El balance de víctimas del ataque con misiles de ayer por la mañana, a poco más de 30 kilómetros de la frontera rusa, se eleva a 34 víctimas, entre ellas siete menores, 117 heridos. Según las autoridades locales, Moscú «actuó el Domingo de Ramos para causar más muertes». El enviado especial de la Casa Blanca, Kellogg, se declara consternado: "Se ha sobrepasado todo límite de decencia".