Un desayuno con José Luis Restán organizado por Foro Nueva Comunicación
Ayer martes por la mañana, en el Hotel Ritz Mandarin, se celebró un desayuno organizado por Foro Nueva Comunicación con el presidente del Grupo Ábside y director editorial, José Luis Restán Martínez como protagonista. Estuvieron el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello; el Secretario General, monseñor César García Magán; el vicesecretario de […]

Ayer martes por la mañana, en el Hotel Ritz Mandarin, se celebró un desayuno organizado por Foro Nueva Comunicación con el presidente del Grupo Ábside y director editorial, José Luis Restán Martínez como protagonista.

Estuvieron el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello; el Secretario General, monseñor César García Magán; el vicesecretario de Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal; el director del ABC, Julián Quirós, y las cabezas visibles de algunas de las más importantes instituciones de Iglesia, la Asociación Católica de Propagandistas, Cáritas, Manos Unidas, Mensajeros de la Paz, Grupo SM (Marianistas)… 

Al término del desayuno, un alto directivo de la COPE comentaba que Restán es hoy por hoy, en ese grupo de comunicación de la Iglesia, insustituible.

Lo demostró en una intervención cargada de ideas de fondo, profundidad discursiva, sin lugares comunes, propositiva, apostando por la amistad cívica, por los pactos de Estado en política, contundente en las formas, con la experiencia de más de treinta años de trabajo en ese Grupo. Realismo puro para un instrumento al servicio del Evangelio no pocas veces discutido en determinados ámbitos eclesiales.

Tuvo José Luis Restán, en el diálogo con el público asistente, un detalle que fue muy comentado al término del desayuno.

El director general de un medio de comunicación le preguntó por la reciente legislación del Gobierno sobre propiedad y trasparencia en los medios de comunicación. Restán se podía haber lanzado a la piscina. Lo fácil era la crítica por sistema al Gobierno socialista.

Sin embargo demostró que humildad es andar en la verdad y la verdad se impone a las imágenes sobre las personas y a los fáciles oportunismos. Confesó que no había estudiado a fondo esa legislación y que, por lo tanto, no iba a hablar de ella. Punto y seguido.

Probablemente sea el único periodista en España que reconoce que no sabe de todo, ni que puede hablar de todo. Y que antes de abordar una cuestión hay que trabajarla. Probablemente porque esa materia no sea una competencia directa suya, más bien del Consejero Delegado del Grupo, su alter ego, Javier Visiers Lecanda, a quien se refirió en la respuesta. Eso se llama elegancia.

 Los obispos, propietarios del Grupos Ábside, pueden estar tranquilos. No sólo por las cifras de beneficios del Grupo que allí se ofrecieron, momento empresarial dulce que ya quisieran otros grupos de comunicación en España y que conviene no estropear. 

El buque insignia mediático de la Iglesia conjuga todos los días el ser católico, comercial y generalista en su programación, y juega en la Champions League. 

Un equilibrio que no siempre es fácil y que sólo se consigue si se tiene clara la “Teología de la encarnación” y la Doctrina Social de la Iglesia. 

Ah, y del próximo Papa también se habló. No de nombres, sí de perfiles, de necesidades, de diálogo y respuesta al mundo. Pero eso lo dejamos para el Espíritu Santo y para los cardenales electores. Entre ellos bien se apañan.

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