El Obispo de Holguín recuerda a fray Prevost, Prior General de los Agustinos cuando en un encuentro en Roma, en 2005, junto al cardenal Jaime Ortega le pidió que la Orden de los Agustinos volviera a Cuba. Un proyecto que dio frutos un año después y que además llevó al hoy Sucesor de Pedro, a las lejanas tierras del oriente de la isla, donde “todavía hacen memoria de su sencillez, cercanía y de su sonrisa serena y apacible”.