"La Doctrina Social de la Iglesia, basada en los principios de la 'dignidad de cada persona' y del 'bien común', puede ayudar a superar las polarizaciones y a fortalecer la 'gobernanza global'. Esta es la reflexión del Secretario de Estado en su discurso pronunciado ayer, viernes 16 de mayo, en la conferencia internacional de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice. 'En una época marcada por divisiones —políticas, culturales e ideológicas— nos encontramos en una encrucijada', subrayó.