El Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. Historias de maestros de vida cristiana de todas las épocas que, como faros luminosos orientan nuestro camino.

Hoy, sábado 31 de mayo la Iglesia católica celebra el santoral de los siguientes santos: 

Visitación de la Bienaventurada Virgen María

El 31 de mayo es una fecha rica en celebración espiritual dentro del calendario litúrgico católico. Destaca especialmente la Fiesta de la Visitación de la Bienaventurada Virgen María, conmemorando el episodio evangélico en que María, llevando en su seno a Jesús, visita a su prima Isabel, quien también estaba encinta de Juan el Bautista. Este acontecimiento, recogido en el Evangelio de San Lucas (1, 39-56), manifiesta la humildad y caridad de María, y nos entrega el hermoso canto del Magnificat. Según el Martirologio Romano, "la Visitación de la Bienaventurada Virgen María a Isabel es una fiesta instituida por la Iglesia en memoria del admirable encuentro de María con Isabel, en el que María proclamó el Magnificat" (Martirologio Romano, edición típica 2004).

Aunque en algunos países se celebra hoy también a María Auxiliadora, su fiesta litúrgica oficial es el 24 de mayo. No obstante, en algunas tradiciones populares y calendarios locales, se asocian ambas celebraciones como expresiones de la presencia maternal de la Virgen en la vida de los creyentes.

San Félix de Nicosia

Entre los santos canonizados de este día se encuentra San Félix de Nicosia, capuchino siciliano del siglo XVIII. Nacido en 1715 y fallecido en 1787, Félix vivió una vida de humildad y caridad, trabajando como hermano limosnero en su convento. Fue canonizado por Benedicto XVI en 2005. El Papa lo definió como “un testigo ejemplar de la caridad cristiana” (Homilía de canonización, Benedicto XVI, 23 de octubre de 2005).

Otros santos y beatos 

El Martirologio Romano también recuerda hoy a otros santos y beatos, entre ellos:

San Petronilo (siglo I), considerado discípulo del apóstol Pedro. En Roma se le veneraba como mártir, y su sepulcro se encuentra en las catacumbas de Domitila. La tradición lo identifica con el mayordomo de la casa de Pedro, aunque su figura tiene tintes legendarios.

Beato Jacinto María Cormier (1832-1916), dominico francés, fue maestro de novicios y luego Maestro de la Orden de Predicadores. Se destacó por su profunda vida espiritual y su impulso a la formación de los frailes. Beatificado por Juan Pablo II en 1994.

Beata Hermana Celina Chludzińska Borzęcka, fundadora de las Hermanas de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, fue beatificada en 2007. Nacida en Polonia en 1833, supo armonizar su vocación familiar con una profunda vida religiosa.

Beato Mariano de la Mata Aparício, sacerdote agustino español que desarrolló su labor misionera en Brasil, fallecido en 1983 y beatificado en 2006.

Cada uno de estos santos y beatos, desde María en su servicio a Isabel hasta los religiosos y mártires del día, nos invita a vivir con fe activa, humildad y amor a Dios y al prójimo.