El pasado 8 de mayo, a las 18:07 horas, la fumata blanca de la chimenea de la Capilla Sixtina anunciaba al mundo la elección del 267° Papa en la historia. Una hora después, en su primer discurso, el Pontífice hacía un llamado a la “paz del Cristo Resucitado”. A treinta días de distancia, el tema de la reconciliación aparece entre las prioridades del magisterio de Robert Francis Prevost para una Iglesia que sea “faro” en las noches del mundo