"Las reticencias son bien conocidas"
Caridad, ternura y afán por reformar la Iglesia
Sentido del deber, sacrificio y trascendencia
"Las reticencias son bien conocidas"
Sánchez Adalid es consciente de que “desde 1958, Isabel I de Castilla se encuentra en proceso de beatificación. No es poco tiempo. La Archidiócesis de Valladolid ha retomado con fuerza la causa y, junto con la Comisión Isabel la Católica, trabaja con tenacidad para que se redacte el dictamen teológico definitivo, pospuesto una vez más “para un mayor estudio y reflexión”.
El sacerdote escritor reconoce que las reticencias a la Causa de Beatificación de la Reina “son bien conocidas: la leyenda negra, la expulsión de los judíos, la guerra de Granada, la instauración del Santo Oficio… a lo que se suma una atmósfera contemporánea dominada por lo políticamente correcto y una extraña timidez cultural que impide reconocer el bien incluso cuando es evidente”.
Santidad y controversia
Pero para el autor de libros con tiradas millonarias es necesario aclarar que “la santidad no implica una figura exenta de controversia, sino una vida vivida con radical fidelidad a la fe, con ejercicio heroico de las virtudes y con conciencia del deber ante Dios. Y en este sentido, la vida de Isabel fue ejemplar”.
A lo largo del texto, Jesús Sánchez Adalid va desgranando argumentos en favor de la santidad de la Reina. Por ejemplo que “Isabel educó a sus hijos con esmero, lloró sus pérdidas con fortaleza y asumió con entereza las penas propias de su condición. Su espiritualidad era profunda y probada: rezaba con regularidad, se rodeó de confesores santos”.
Isabel La Católica.
Caridad, ternura y afán por reformar la Iglesia
Además, “pocos recuerdan su ternura hacia los pobres, su caridad constante y su afán por reformar una Iglesia muchas veces desorientada. Fue pionera en organizar hospitales de campaña y se ocupó de redimir cautivos y dotar doncellas sin recursos. En el Nuevo Mundo no vio una empresa de conquista, sino una oportunidad de evangelización. Prohibió la esclavitud de los indígenas, los reconoció como súbditos y los llamó hermanos en la fe”.
El sacerdote extremeño recuerda que “su esposo Fernando, sus ministros, embajadores, confesores, obispos y cronistas coinciden en señalar su virtud, su integridad y su grandeza de alma. Isabel marcó su tiempo y dejó una huella imborrable en la historia de España y de la Iglesia”.
Sentido del deber, sacrificio y trascendencia
La vida de Isabel La Católica nos puede ayudar hoy, según este famoso escritor, “a reencontrar el sentido del deber, del sacrificio y de la trascendencia. Nos recuerda que la verdadera realeza nace del servicio y la verdadera santidad, de una vida orientada hacia Dios”.
Este número de la revista Vida Nueva, en el que se publica este artículo de Jesús Sánchez Adalid, está además dedicado al 70 aniversario del CELAM, la Conferencia Episcopal de América Latina.