Un mensaje inesperado del Papa sorprende en El Rocío
Mensaje transmitido por el obispo de Huelva  Más de un centenar de hermandades Los rocieros, “fermento de esperanza” La aldea del Rocío, un nuevo “cenáculo” La solemnidad de Pentecostés del pasado domingo en El Rocío ya era motivo de gran expectativa. Pero lo ocurrido fue aún más extraordinario. Durante la Misa Pontifical celebrada en el nuevo […]

Mensaje transmitido por el obispo de Huelva 

Más de un centenar de hermandades

Los rocieros, “fermento de esperanza”

La aldea del Rocío, un nuevo “cenáculo”

La solemnidad de Pentecostés del pasado domingo en El Rocío ya era motivo de gran expectativa. Pero lo ocurrido fue aún más extraordinario. Durante la Misa Pontifical celebrada en el nuevo espacio del Paseo Marismeño, una bendición especial llegó desde el Vaticano, sorprendiendo a los miles de peregrinos allí reunidos. Surgió un momento mágico que pocos vieron venir.

Mensaje transmitido por el obispo de Huelva 

Según informó Huelva Información, el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, transmitió un mensaje que no esperaba nadie: procedía directamente del papa. “Su Santidad León XIV saluda con afecto a los peregrinos que acuden ante la Bienaventurada Virgen del Rocío… y se une espiritualmente a ellos en esta significativa celebración”. Fue un gesto que emocionó a los presentes y elevó el acto a un nivel de unión espiritual sin precedentes.

El mensaje continuó con una exhortación a “dejarse transformar por la acción del Espíritu, para que cada uno sea testigo valiente del Evangelio, sembrador de reconciliación y servidor alegre de los más necesitados”. Firmado desde Roma y fechado en el mismo domingo de Pentecostés, provocó lágrimas, aplausos y una profunda sensación de comunión entre los fieles que asistieron.

Más de un centenar de hermandades

El protocolo habitual en esta Misa, que por primera vez se celebró al inicio del paseo para acoger los más de 147 simpecados presentes, fue marcado este año por esta bendición apostólica inesperada. Más de un centenar de hermandades filiales estuvieron presentes, y muchas de sus insignias ondearon al compás del canto mientras los fieles recibían la bendición papal con gran emoción.

En paralelo, durante su segunda audiencia general en la Plaza de San Pedro, el mismo Pontífice tuvo palabras de reconocimiento hacia los españoles y latinoamericanos, incluyendo a “los grupos provenientes de España”, recordándoles “la misericordia del Señor”. Su uso del español en celebraciones litúrgicas y su hábito de enviar mensajes concretos a comunidades dio contexto y profundidad al gesto hacia El Rocío.

Los rocieros, “fermento de esperanza”

Este episodio ha sido comentado como parte del pontificado de León XIV, marcado por gestos inesperados y un notable uso de su condición pluricultural y plurilingüe. En ese mismo sentido, el obispo de Huelva subrayó que los rocieros debían ser “fermento de esperanza” en tiempos de incertidumbre, reforzando el mensaje pontificio de compromiso y solidaridad. 

En su homilía, Mons. Santiago Gómez Sierra situó la celebración de Pentecostés en el contexto de las marismas del Rocío y vinculó este don del Espíritu Santo con el centenario de la Coronación de la Virgen del Rocío, evocando la cercanía de Dios en el Sacramento de la Eucaristía. 

La aldea del Rocío, un nuevo “cenáculo”

El obispo explicó que la llegada del Espíritu, prometida por Jesús, actúa como "viento impetuoso" y "fuego" capaz de renovar la Iglesia y purificar el corazón humano. Advirtió que esta presencia divina a menudo encuentra “resistencia y oposición” en los obstáculos internos de la carne, una advertencia que conecta la fe con la acción moral. 

Citando a San Pablo, hizo una llamada clara a elegir vivir según el Espíritu y no conforme a la carne, resaltando que quienes sucumben a la resistencia interior caen en la rebeldía moral, Asimismo, comparó la aldea del Rocío con un nuevo “cenáculo”, lugar de encuentro con el Espíritu, donde los fieles —como los primeros apóstoles— reciben la fuerza para salir y testimoniar el Evangelio 

La solemnidad de la Misa y el acto histórico marcan una diferencia clara: no es sólo la devoción al Rocío, sino el puente entre una tradición local profundamente arraigada y el alcance global de un pontificado sensible y cercano.

Así, sin revelar hasta el último momento que el mensaje provenía del Papa, se ha convertido en uno de los hitos espirituales más recordados en la historia reciente de El Rocío. Un instante donde lo local y lo universal convergieron bajo el signo del Espíritu.

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