Consagración y vida en la “Iglesia clandestina”
Pekín expresa su agradecimiento
Contexto del Acuerdo con China
Significado para la Iglesia de Fuzhou
Origen y formación
Lin Yuntuan nació en Fuqing, provincia de Fujian el 12 de marzo de 1952. Entre 1979 y 1983, asistió al Seminario Diocesano de Fuzhou, y fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1984. Desde entonces, ejerció como párroco en diversas comunidades (1984–94; 1996–2002), fue profesor en el seminario en 1985, vice‑director de la Comisión Económica Diocesana (1994–96, 2000–2003), delegado episcopal y, posteriormente, administrador diocesano (2003–2007). Desde 2007 hasta 2013, colaboró con el administrador apostólico y fue administrador apostólico “ad nutum Sanctae Sedis” entre 2013 y 2016.
Su formación y trayectoria reflejan un profundo compromiso pastoral, teológico y administrativo dentro de la diócesis, acumulando experiencia en roles clave durante la compleja historia eclesiástica de China.
Consagración y vida en la “Iglesia clandestina”
Fue consagrado obispo clandestino en diciembre de 2017, en un acto no reconocido por el gobierno chino. Desde entonces, desarrolló su ministerio al margen del aparato estatal, manteniendo lealtad al Papa y fortaleciendo la Iglesia "subterránea" que rechaza la supervisión de la Asociación Patriótica Católica China.
La Iglesia clandestina ha sido un bastión de fidelidad a Roma desde la instauración del régimen comunista en 1949, y su persistencia enfrenta continuos desafíos por parte del Partido Comunista.
Un reconocimiento histórico
El 11 de junio de 2025, se celebró la toma de posesión de Lin Yuntuan en la Catedral de Fuzhou, presidida por el obispo Vincenzo Zhan Silu de Mindong, con la participación del obispo de Fuzhou, Joseph Cai Bingrui, otros prelados de Fujian, unos 80 sacerdotes y más de 200 religiosas y fieles.
La oficialización del obispo Giuseppe Lin Yuntuan como obispo auxiliar de la diócesis de Fuzhou era un acontecimiento muy esperado en la comunidad local. Hasta ahora, las autoridades y los organismos dependientes del Gobierno chino no habían reconocido el cargo episcopal del obispo Lin, subraya la agencia Fides.
Durante la ceremonia, el obispo Lin ha declarado su adhesión a la Constitución y su intención de ayudar a todos a amar la patria y la Iglesia, para difundir el Evangelio y favorecer la unidad del país en armonía, siguiendo los criterios de la «sinización». A la ceremonia también han asistido representantes de la Conferencia Episcopal, de la Asociación Patriótica y del Comité de Asuntos Religiosos de la Provincia.
El director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, señaló su satisfacción: “En el momento de la toma de posesión…, su ministerio episcopal es reconocido también a efectos del ordenamiento civil. Este evento constituye un fruto del diálogo entre la Santa Sede y las autoridades chinas y marca un paso importante en la comunión de la diócesis”.
Pekín expresa su agradecimiento
Por su parte, Pekín ha expresado su agradecimiento por el primer nombramiento referido a un obispo chino por parte del Papa León XIV.
"China está dispuesta a colaborar con el Vaticano para promover la mejora continua de las relaciones entre China y el Vaticano (...) Este nombramiento ha reforzado el entendimiento y la confianza mutua a través de un diálogo constructivo", así lo ha declarado ayer jueves Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, durante la habitual rueda de prensa.
Tras la elección del Papa León XIV, China ha mostrado una cautelosa apertura hacia un pontífice de origen estadounidense, en un momento en que las relaciones entre China y Estados Unidos atraviesan una fase delicada desde el punto de vista geopolítico. El evento de ayer y las declaraciones de ambas partes sugieren que el camino entre la Santa Sede y la República Popular China puede proseguir por la vía del diálogo, indica Fides.
Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Contexto del Acuerdo con China
El acuerdo provisional, firmado en 2018 y prorrogado en octubre de 2024 hasta octubre de 2028, establece que Beijing puede proponer candidatos para la ordenación episcopal, mientras el Papa conserva el derecho de veto. Sin embargo, el texto permanece confidencial.
El nombramiento de Lin demuestra que, a pesar de las tensiones, ambas partes buscan mantener un canal de cooperación eclesial: según Reuters, la instalación del obispo muestra la voluntad de “apoyar la reconciliación en lugar de la confrontación”. Desde el punto de vista de Pekín, este gesto es interpretado como un avance en las relaciones diplomáticas y una señal de confianza mutua.
Críticas y reservas
Diversos sectores conservadores, especialmente dentro de la Iglesia en el exilio o la clandestinidad, han criticado el acuerdo aduciendo que obliga al Vaticano a ceder demasiado poder al Partido Comunista, que mantiene un control férreo sobre la religión desde 1949.
Además, se temía que la política del Vaticano, durante el periodo de sede vacante tras la muerte del Papa Francisco, fuera vulnerada por nombramientos unilaterales realizados por las autoridades chinas, lo que generó desconfianza.
Sin embargo, en este caso, la iniciativa partió de Roma: según The Pillar, el Papa nombró a Lin y Pekín posteriormente aceptó la designación.
Significado para la Iglesia de Fuzhou
El camino de la comunidad eclesial de Fuzhou ha estado marcado en las últimas décadas por sufrimientos y condicionamientos que también han alimentado divisiones.
Antes del nombramiento del obispo Giuseppe Cai Bingrui, la sede episcopal permanecía vacante desde el 14 de abril de 2023, día en que falleció a los 88 años el obispo Pietro Lin Jiashan. La renovación del liderazgo representa una esperanza de unidad interna y dinamismo pastoral.
Lin Yuntuan acompañará al arzobispo Cai Bingrui, quien asumió la sede en enero de 2025 en una etapa crucial para la comunión diocesana tras años de división entre la Iglesia clandestina y la oficial.
El nuevo obispo auxiliar chino ha asegurado que la oficialización pública de su ministerio episcopal era plenamente conforme a la fe de la Iglesia "una, santa, católica y apostólica". Invitaba además a todos los bautizados a vivir "en espíritu de unidad y comunión", recorriendo el camino de la reconciliación mediante la aceptación y la tolerancia mutuas, evitando los ataques y juicios que alimentan la discordia, "para ser uno en Jesucristo".
¿Un paso hacia adelante?
Para el Vaticano, se trató de “otro fruto del diálogo” que contribuye a cerrar la grieta entre Roma y Pekín. Pekín, a su vez, valora el gesto como un indicador de que su enfoque diplomático con el Vaticano produce resultados tangibles en la esfera religiosa.
Este nombramiento puede marcar un precedente para futuras designaciones episcopales, siempre resguardando el derecho papal de aprobación final.
En resumen, Giuseppe Lin Yuntuan encarna una figura que transita de la iglesia clandestina al reconocimiento oficial, manteniendo su lealtad a la Santa Sede y ajustándose a una realidad política que exige equilibrio y fidelidad.