¿Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de junio de 2025?
El calendario litúrgico de la Iglesia Católica recuerda hoy, 15 de junio, a varios santos y beatos que han dejado un legado de fe, caridad y testimonio cristiano. Entre ellos destacan figuras de distintos contextos históricos y culturales, pero unidas por una misma entrega a Dios. Santa María Micaela del Santísimo Sacramento Nacida en Madrid […]

El calendario litúrgico de la Iglesia Católica recuerda hoy, 15 de junio, a varios santos y beatos que han dejado un legado de fe, caridad y testimonio cristiano. Entre ellos destacan figuras de distintos contextos históricos y culturales, pero unidas por una misma entrega a Dios.

Santa María Micaela del Santísimo Sacramento

Nacida en Madrid en 1809, Santa María Micaela Desmaisières y López de Dicastillo pertenecía a una familia noble, pero desde joven sintió un fuerte llamado a servir a los más necesitados. Fundó en 1856 el Instituto de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, con el objetivo principal de rescatar y ayudar a mujeres víctimas de la marginación y la prostitución. Su vida fue marcada por la oración eucarística y la acción caritativa. Murió en 1865, contagiada de cólera mientras atendía a enfermas. Fue canonizada por el Papa Pío XI en 1934. Su obra continúa hoy en muchos países, siendo un faro de esperanza para mujeres en situación de vulnerabilidad.

Santa Benilde de Córdoba, mártir

Santa Benilde es una de las mártires de Córdoba, una de las numerosas víctimas de la persecución religiosa que se vivió en Al-Ándalus durante el siglo IX. Era monja en el monasterio de Tábanos, que fue destruido por las autoridades musulmanas. Benilde, junto a otras religiosas, fue martirizada por negarse a renunciar a su fe cristiana. Aunque su figura no es muy conocida, forma parte del grupo de los mártires mozárabes venerados por su valentía y fidelidad a Cristo en tiempos de adversidad.

Beata Yolanda de Polonia

Yolanda de Polonia nació hacia 1235, hija del rey Bela IV de Hungría y hermana de Santa Kinga y Santa Margarita. Se casó con el duque Boleslao el Piadoso de Polonia, con quien tuvo una vida conyugal ejemplar y marcada por la caridad y la piedad. Tras enviudar, ingresó en el convento de las Clarisas que ella misma había fundado en Gniezno. Allí vivió en humildad y oración hasta su muerte en 1298. Fue beatificada por el Papa León XII en 1827. Es modelo de mujer cristiana que supo combinar la vida familiar, política y religiosa.

San Bernardo de Mentone

San Bernardo de Mentone, también conocido como San Bernardo de Menthon, nació en el siglo XI en la región del Piamonte, cerca del lago de Annecy. Fue arcediano de Aosta y dedicó su vida a ayudar a los viajeros y peregrinos que cruzaban los peligrosos pasos alpinos entre Italia y Suiza. Fundó los famosos hospicios en los pasos de Gran San Bernardo y Pequeño San Bernardo, que ofrecían refugio y asistencia a los viajeros. A él se debe el nombre de la raza de perros San Bernardo, utilizados por los monjes para rescatar personas extraviadas en la nieve. Murió en 1081 y es patrono de los alpinistas y montañeros.

Santa Germana Cousin, virgen

Germana Cousin nació en 1579 en Pibrac, cerca de Toulouse (Francia). Huérfana de madre y con una salud frágil, fue despreciada por su madrastra y relegada a cuidar ovejas desde muy joven. Vivió en extrema pobreza, pero en profunda unión con Dios. Era piadosa, humilde, paciente y generosa, compartiendo lo poco que tenía con los pobres. Se dice que realizaba milagros ya en vida, como atravesar ríos sin mojarse o proteger sus ovejas de ataques de lobos. Murió en 1601 a los 22 años. Su cuerpo fue hallado incorrupto en 1644. Fue canonizada en 1867 por el Papa Pío IX y es patrona de las niñas maltratadas y los pastores.

Otros santos y beatos 

San Esiquio de Dorostoro
San Vito de Lucania
San Abrahán de Arvernia
San Landelino
San Lotario de Séez
Santa Bárbara Cui Lianzhi
San Isfrido de Ratzeburg
Beato Luis María Palazzolo
Beato Tomás Scryven
Beato Tomás Reding

Estos santos y beatos, con sus vidas tan diversas, nos enseñan que la santidad se puede alcanzar en cualquier estado de vida: en la nobleza o en la pobreza, en la clausura o en el servicio activo, en el martirio o en la vida oculta. Todos ellos son testigos de la fuerza transformadora del Evangelio y un estímulo para vivir la fe con autenticidad y amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *