El joven cardenal, obispo de la Eparquía de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne para los católicos ucranianos en Australia, toma posesión de la Basílica de Santa Sofía en Roma: “Es más que un edificio. Es un testimonio vivo de la resiliencia y la esperanza del pueblo ucraniano. Que siga siendo un faro de fe, unidad y esperanza para la Iglesia ucraniana, para toda la Iglesia católica y para el mundo”.