Dictamen del Comisario Plenipotenciario
Cambio a una diócesis del centro de España
Un comunicado para sorpresa del Opus Dei, que ha contestado al de la diócesis con otro escueto en el que señala que “como es bien conocido, el 9 de octubre de 2024 la Santa Sede nombró a Mons. Alejandro Arellano como comisario pontificio plenipotenciario para estudiar esta cuestión. A lo largo de estos meses nos hemos puesto a su total disposición para todo lo que ha requerido y estamos a la espera de su resolución”.
Previamente, en su texto, la prelatura del Opus Dei especifica que “había tenido conocimiento del comunicado de prensa de la diócesis de Barbastro-Monzón acerca de su propuesta en torno a Torreciudad”. ¿Directamente del obispo o por los medios de comunicación? La nota del obispado se puede leer íntegramente aquí.
Dictamen del Comisario Plenipotenciario
Antes de entrar en el contenido del comunicado de la diócesis, hay que tener en cuenta el contexto en el que se ha producido el nuevo texto.
Son varias las circunstancias que han motivado la publicación de este posicionamiento de la diócesis de Barbastro-Monzón, que eleva su apuesta sobre el caso de Torreciudad.
La primera es que, tal y como fuentes romanas conocedoras del proceso han confirmado a Religión Confidencial, el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez Pueyo, era conocedor del dictamen que el Comisario Plenipotenciario, monseñor Alejandro Arellano Cedillo, arzobispo titular de Bisuldino y decano del Tribunal de la Rota Romana, había presentado en sus líneas generales al Papa el pasado 3 de junio.
Las citadas fuentes aseguran que el Comisario Plenipotenciario ha sido exquisito en todo el proceso de investigación, estudio y análisis de la situación de Torreciudad. Siguiendo la normativa del Derecho Canónico había llegado a una serie de conclusiones en las que en ningún momento se pudiera considerar que hubiera vencedores ni vencidos.
Una audiencia con el Papa
Las fuentes romanas con las que ha hablado Religión Confidencial apuntan que el obispo de Barbastro, Pérez Pueyo, ha estado intentando tener una audiencia personal con el Papa León XIV en las últimas semanas.
Dada la cantidad de asuntos que el Papa tiene sobre la mesa, Pérez Pueyo ha decidido, en un movimiento que ha dejado a no pocos perplejos, hacer públicas una serie de consideraciones, nuevas condiciones incluso, que, según canonistas consultados por esta redacción, “ponen en entredicho el trabajo del Comisario Plenipotenciario, entre otras razones porque no estamos en una dinámica de oferta-contraoferta, me gusta-no me gusta, sino en una investigación y dictamen a modo de sentencia en el que lo que se determine cuenta con el aval del Papa”.
Adelantarse al Comisario
De hecho, una de las curiosidades del comunicado hecho público hoy por la diócesis de Barbastro-Monzón es que en ningún momento, a lo largo de un texto de no pequeña extensión, se cita expresamente, ni se agradece, el trabajo del Comisario Plenipotenciario.
Según nuestras fuentes romanas, con este comunicado la diócesis de Barbastro se aseguraba que la opinión pública es conocedora de las nuevas condiciones que el obispo ha puesto sobre la mesa a monseñor Alejandro Arellano.
Estas fuentes romanas apuntan que la decisión de hacer pública esta nueva propuesta del obispo se debe a que era sabedor de que el Comisario Plenipotenciario, una vez que había presentado al Papa las líneas básicas de su informe, tenía la voluntad de hacerlo público cuanto antes en los aspectos principales de sus conclusiones y a través de los cauces ordinarios. De ahí que el obispo de Barbastro-Monzón haya querido adelantarse.
Cambio a una diócesis del centro de España
El comunicado de la diócesis que regenta Pérez Pueyo, una vez que, según algunas fuentes, se ha negado a aceptar el cambio a una diócesis del centro de España, consta de tres puntos.
Según canonistas consultados por este periódico, estos puntos están redactados como base de un guión de un informe jurídico, lo que significaría que podrían formar parte de un informe previo o en construcción.
En el primer punto se solicita que “Torreciudad, actualmente oratorio semipúblico, sea reconocido y erigido canónicamente como Santuario Internacional, bajo la dependencia directa de la Santa Sede”.
Esto implicaría que “la Santa Sede, como autoridad competente, sea la responsable e interlocutora natural (constituyéndose como un ámbito extraterritorial)” y así, según el obispo de Barbastro, “el Opus Dei pueda designar así libremente, conforme a derecho, al rector del nuevo santuario”.
32ª Jornada Mariana de la Familia de Torreciudad.
Auditoría de cuentas
En el segundo punto se señala que “el nuevo santuario internacional goce de independencia económica respecto de la diócesis de Barbastro-Monzón y, como dependiente de la Santa Sede, sea esta quien audite y apruebe sus cuentas, así como las de las sociedades y fundaciones en torno al complejo, renunciando la diócesis a cualquier beneficio o remuneración por parte de ellas, así como de cualquier responsabilidad patrimonial o de otro tipo que pueda surgir del origen o del devenir de los fondos recaudados y de las estructuras societarias creadas para canalizarlos”.
Este punto ha causado cierta perplejidad en determinados ámbitos, no sólo por el hecho de la obsesión de la diócesis con el dinero, sino porque se haga referencia a la necesidad de auditar las cuentas.
Es un ejercicio que por ley deben hacer las fundaciones civiles sobre las que se sustenta la personalidad jurídica de las actividades del Santuario. ¿Acaso se pretende seguir levantando sospechas sobre la gestión económica?
La imagen de la Virgen
En tercer lugar, el obispo de Barbastro propone que “la imagen original de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad y la primitiva pila bautismal de la catedral de la Diócesis de Barbastro —trasladada a la Casa General de la Prelatura en Roma—, donde fueron bautizados tantos mártires de nuestra Diócesis se devuelvan a sus lugares originales donde han sido venerados desde tiempos inmemoriales”.
Especifica a continuación que “en el caso de la Virgen a su ermita-santuario, donde ha sido venerada desde hace más de mil años por los diocesanos, que a lo largo de la historia la han protegido incluso a costa de su propia vida en tiempos de persecución y guerra”.
Añade que, “respecto a la pila bautismal, donde fueron bautizados tantos de nuestros mártires hoy en proceso de beatificación, que sea restituida a la Iglesia Catedral, en la capilla del Pantocrátor. Así los fieles de esta Diócesis podrán seguir llevando a sus hijos a recibir en esa pila el sacramento del bautismo, como lo hicieron en dicha localización y pila los propios padres de san Josemaría”.
Imponer, dividir
“Estas restituciones -concluye- a los lugares originales, además de ser un elemento de justicia hacia el pueblo fiel y comunión entre la Prelatura del Opus Dei y la iglesia local, enriquecerán la Ruta de San Josemaría en Barbastro (compuesta por el templo de San Josemaría, el Centro Entre Arcos, la Casa de San Josemaría, la catedral, la ermita y santuario de Torreciudad)”.
El comunicado introduce un último párrafo en el que se lee que “esta propuesta, elevada al discernimiento del Santo Padre León XIV, quiere ser de nuevo expresión de una diócesis que no divide, sino que une; que no reclama, sino que ofrece; que no impone, sino que propone con amor lo que ha recibido como don”.
¿Acaso hay alguien en este proceso que tenga la voluntad de dividir, retener ilegítimamente lo que no es suyo e imponer? Si es así, ¿por qué no lo dice claramente el autor del comunicado?
Historia de la pila bautismal
Respecto a la reivindicación, hecha por primera vez en todo este proceso que comenzó en 2022, del retorno de la pila bautismal, que según el comunicado de la diócesis fue “trasladada a la Casa General de la Prelatura en Roma”, lo que no se aclarara es la historia de esa pila bautismal.
Según ha podido saber Religión Confidencial de fuentes conocedoras de esa historia, en el Archivo Histórico Nacional, sección Fiscalía, hay un informe en el que se dice que “Bernardo Sánchez Subías, de 57 años de edad, casado, labrador, natural y vecino de Barbastro (Huesca), con domicilio en la calle de la Encomienda Nº. 4; siendo estos los siguientes: Pertenecía a Izquierda Republicana y era uno de los más significados izquierdistas de la localidad; ha intervenido en diversos hechos durante el periodo rojo, entre ellos se cita que fue a destrozar la Catedral, rompiendo a golpes de martillo la Pila Bautismal”.
La pila bautismal fue destrozada a martillazos durante la Guerra Civil, según el testimonio del que fuera Vicario General de la diócesis de Barbastro-Monzón, don Santos Lalueza.
Restos tirados al río
“A principios del año 1959 me visitó don José Orlandis y me preguntó por la antigua pila bautismal que había en la Catedral -en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción- y que había sido sustituida por una nueva porque la vieja se encontraba totalmente cuarteada y llena de grietas. Había estado en uso aún después de la guerra, hasta hacía poco tiempo, pero muy mal sostenida con pegotes de cemento. Los restos, considerados inservibles, de la vieja pila bautismal, se habían echado al río”.
Añade don Santos que “así se lo dije a don José: “Allí estarán si no se los ha llevado una riada”. Fuimos entonces a ver a Clavería y que había sido el encargado de llevarlos al río. Me confirmó que efectivamente los trozos seguían aún en el cauce del Vero y se podían identificar bien porque la pila había estado esculpida en piedra de Zaydín, una piedra caliza, muy distinta de la de aquí, que es arenisca”.
Y prosigue: “Después de comprobar que eran efectivamente restos de la antigua pila bautismal de la Catedral, el mismo Clavería se ocupó de llevarlos al huerto del Palacio episcopal y el carpintero -Antonio Durán- se ocupó de embalar aquellos pedruscos. Recuerdo bien que aquel carpintero no entendía por qué era necesario embalar y enviar a Madrid una cosa de ningún valor: “Estas piedras no pueden interesar a nadie”, decía.
Al poco tiempo salían las cajas de madera hacia Madrid y, cuando llegaron a Roma, José María Escrivá escribió al Vicario General unas sentidas líneas para agradecer el detalle al obispo y al cabildo.