Directora del Highlands admite que no se valoró el impacto en las familias del vínculo del excapellán con Marcial Maciel
Balance tras tres meses y autocrítica  Ocho lecciones aprendidas  Acciones implementadas y pendientes Acciones correctivas pendientes de realizar Un nuevo camino hacia la reconstrucción Contexto del caso Transparencia institucional  El padre Marcelino abusaba de varias niñas de seis años en el colegio Highlands El Encinar de La Moraleja (Madrid) "todos los días de la semana menos sábados […]

Balance tras tres meses y autocrítica 

Ocho lecciones aprendidas 

Acciones implementadas y pendientes

Acciones correctivas pendientes de realizar

Un nuevo camino hacia la reconstrucción

Contexto del caso

Transparencia institucional 

El padre Marcelino abusaba de varias niñas de seis años en el colegio Highlands El Encinar de La Moraleja (Madrid) "todos los días de la semana menos sábados y domingos desde febrero a mitad de marzo" según la declaración de una de las víctimas, recogida por la juez Susana Trujillano en su auto, según informó El Español. El P. Marcelino pertenecía al círculo íntimo del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, acusado de abusos sexuales continuos y retirado del ministerio sacerdotal por la Santa Sede. 

Balance tras tres meses y autocrítica 

Este caso ha hecho tambalear de nuevo a una institución de la Iglesia Católica que lleva años en un proceso de reparación y sanación cuando además, el Papa Francisco confirmó el carisma del Regnum Christi y aprobó de forma definitiva sus Estatutos el pasado mes de febrero. 

En un comunicado emitido ayer, Marilú Álvarez, directora del Highlands El Encinar, ha hecho un balance de su gestión tras tres meses al frente del colegio, marcado por las denuncias de abuso presentadas contra el excapellán, apartado en marzo por presuntas agresiones sexuales.

La misiva incluye un anexo con los resultados de una auditoría externa y las "lecciones aprendidas", entre las que figura una autocrítica en relación con la reputación del excapellán y su relación con Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. 

Durante el análisis, la dirección reconoció que no se valoró adecuadamente la repercusión en la confianza de algunas familias al saber que el excapellán había sido “secretario personal de Marcial Maciel”.  La institución admite que pese a no existir antecedentes ni condenas judiciales, esta información pudo erosionar la credibilidad del colegio y aumentar la preocupación entre padres y madres. 

"Pese a que el excapellán no tenía antecedentes ni denuncia alguna ni condena judicial, no se sopesó adecuadamente la repercusión en la confianza de algunas familias el hecho de que hubiera sido secretario personal de Marcial Maciel", dice textualmente la carta enviada por la directora a familias, profesores y personal del colegio. 

Ocho lecciones aprendidas 

Este reconocimiento se suma a otras ocho lecciones aprendidas en estos meses extraídas por el equipo directivo y reflejadas en el anexo del comunicado. El centro ha realizado una auditoría externa con el objetivo de analizar el nivel de cumplimiento del colegio respecto de las obligaciones establecidas por la normativa para la protección del menor, especialmente desde el ámbito de Compliance y del Derecho Penal, en relación al Modelo de Ambientes seguros implantado.

El retraso en la atención a las familias denunciantes aumentó su sufrimiento.

Se omitió valorar el impacto reputacional de la vinculación del excapellán con Maciel.

El código de conducta existente –que prohíbe expresamente regalar a menores– no fue aplicado ni vigilado correctamente.

No se nombró a un responsable específico para coordinar el modelo de “ambientes seguros” dentro del colegio.

El procedimiento para contratar personal consagrado no estaba estandarizado con el del resto del profesorado.

Faltó formación y sensibilización del equipo docente para identificar y abordar posibles riesgos contra menores. 

El P. Marcelino. Foto: @highlands_elencinar

Acciones implementadas y pendientes

Desde que asumió el cargo el pasado 2 de julio, Álvarez y su equipo han completado los 16 compromisos anunciados en marzo. Entre las medidas ya implementadas destacan:

Auditoría externa sobre cumplimiento normativo y protocolos de protección al menor.

Sesiones formativas para todo el personal sobre el código de conducta y prevención de abusos.

Aula específica para alumnos sobre cómo identificar y comunicar situaciones de riesgo.

Registro y control del cumplimiento del protocolo de acceso a espacios por parte del personal consagrado. 

Acciones correctivas pendientes de realizar

Quedan por realizarse otras tareas antes del inicio del próximo curso:

Consolidar la figura de responsable de ambientes seguros.

Unificar los procesos de selección del personal consagrado y el laico.

Establecer formación continua desde septiembre 2025 tanto para el personal como para los alumnos. 

Un nuevo camino hacia la reconstrucción

La directora afirma que su firmeza en actuar con transparencia pretende reconstruir un clima de confianza en el colegio: “Queremos que nuestro colegio sea un lugar donde nuestros alumnos crezcan seguros, respetados y amados”.

Además, agradece el apoyo recibido: “Gracias de corazón por tantas muestras de apoyo durante este tiempo”, escribe Álvarez. 

Tras el cierre del curso, la carta con su balance y planes —junto con las lecciones aprendidas— será distribuida a las familias e incorporada como parte de la hoja de ruta institucional para el próximo curso.

Contexto del caso

El excapellán fue apartado en marzo de 2025 tras haber sido acusado por varias familias de cometer agresiones sexuales a menores. Aunque él aseguraba no tener antecedentes, el colegio activó los protocolos, facilitó canales de denuncia, detalles judiciales sobre su puesta en libertad provisional y restringió su contacto con menores. Se le imputó la prohibición de acercarse al centro y a las menores, entrega de pasaporte y retirada de funciones, mientras se investiga judicialmente sus acciones.

Transparencia institucional 

El comunicado y la carta de la directora suponen un giro hacia la transparencia institucional. Al identificar errores como la ausencia de valoración del impacto mediático —en este caso, por la relación con Marcial Maciel— se busca establecer un Colegio Highlands más seguro y confiable. Si bien restan pasos por completar, el colegio ha iniciado una revisión profunda con perspectiva de prevención, formación y colaboración con autoridades.

La comunidad educativa esperará en septiembre los resultados de estas medidas, con la esperanza de reafirmar el colegio como un espacio protegido para el aprendizaje y la formación íntegra de sus alumnos.

Solo queda esperar si las familias siguen confiando en el colegio, o bien, se ha producido una estampida de alumnas y alumnos a otros colegios de la zona. 

 

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