Tomar la cruz y seguir al Señor es una respuesta al llamado a llevar una mirada de consuelo al mundo de hoy: “quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado” (Mateo 10, 34–11, 1)
Tomar la cruz y seguir al Señor es una respuesta al llamado a llevar una mirada de consuelo al mundo de hoy: “quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado” (Mateo 10, 34–11, 1)