"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida!” (Mateo 11, 20-24), reclama el Señor en el evangelio a los pueblos que viendo sus milagros no se convierten.
"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida!” (Mateo 11, 20-24), reclama el Señor en el evangelio a los pueblos que viendo sus milagros no se convierten.