Desde la Basílica de Santa Sofía en Roma partieron, a través de la Limosnería Apostólica, paquetes de comida para los habitantes del pueblo de Staryi Saltiv y la ciudad de Shevchenkove, golpeados por los bombardeos rusos. Ya en junio se habían enviado camiones con ayuda al país herido por la guerra. Cardenal Krajewski: “La caridad no se toma vacaciones. El Santo Padre nos pidió actuar lo más rápido posible”.