León XIV recibió en audiencia a ochocientos neófitos y catecúmenos franceses en el Aula de la Bendición, con motivo de su peregrinación jubilar. A estos jóvenes les recordó que «nos convertimos en cristianos auténticos» cuando nos dejamos tocar “por la gracia de Dios” en la vida cotidiana, a través de nuestro camino personal. De lo contrario seremos “cristianos de conveniencia, hábito o comodidad”