“España. Pioppo. Un veto que pesa”
Sobre la negativa del gobierno de Sánchez
Dilatar la concesión del plácet
Fuentes del Ministerio de Exteriores
Mensaje de Sánchez a la Iglesia en España
“España. Pioppo. Un veto que pesa”
El titular italiano decía: “España. Pioppo. Un veto que pesa”. Se trataba de que, según este blog especializado en información vaticana, monseñor Piero Pioppo, actual Nuncio de Su Santidad en Indonesia y propuesto como Nuncio en España, habría sido vetado por el Gobierno de Pedro Sánchez.
A partir de esa publicación se dispararon todas las alarmas. Religión Confidencial había publicado el pasado de 25 de julio que “El gobierno retrasa el plácet del nuevo Nuncio en España, Mons. Piero Pioppo”.
¿Había alguien que quisiera mandar un mensaje al Gobierno con esta noticia? En la práctica, si hay una institución internacional que no se pone nerviosa en cuestiones de tiempo es la Iglesia. Su experiencia en la historia es milenaria.
Sobre la negativa del gobierno de Sánchez
¿Se había atrevido Pedro Sánchez a negarle el plácet al propuesto embajador del Estado de la Ciudad del Vaticano, del Papa León XIV, en España? ¿Con qué motivos? ¿Calibraba el Gobierno de Pedro Sánchez la magnitud de una medida de esta naturaleza?
A lo largo de la mañana del martes, la noticia del portal italiano cogió desprevenida a una Conferencia Episcopal Española que, según fuentes internas, la cúpula estaba camino de Roma, o en Roma, para celebrar el Jubileo de los jóvenes con el Papa.
La repuesta procedente de la Conferencia Episcopal era que el proceso está bajo secreto y se hará público cuando se publique oficialmente.
Lo importante era que “sotto voce“ esas fuentes añadían que “no creemos que la noticia sea cierta tal y como se ha publicado”.
Posibles repercusiones
A media mañana la información, que sólo tenía dos formas de ser verificada en el corto tiempo, o por una declaración oficial u oficiosa del Gobierno que desmintiera la información o por el anuncio de que se le había concedido el plácet a la propuesta vaticana, seguía siendo una incógnita.
Fuentes cercanas a la diplomacia vaticana comentaban a Religión Confidencial su extrañeza porque el Gobierno de España, “por muchos motivos que pudiera decir que tiene, hubiera tomado una decisión de un calado internacional que tendría negativas repercusiones para el Gobierno del Reino de España, también en el seno de la Unión Europea”.
No conceder el plácet a un nuncio apostólico sin razones graves y objetivas sería “un gesto inamistoso del tal caldo, y un desprecio no a la Secretaría de Estado, sino al papa León XIV, por el que es su primer y más importante nombramiento para España, que el Gobierno se lo tendría que haber pensado dos veces”.
Dilatar la concesión del plácet
Un experto diplomático vaticano apuntaba además a Religión Confidencial el hecho de que es evidente, como ya adelantó este medio, que Pedro Sánchez estaba dilatando la concesión del plácet por el descontento que existe en el Ejecutivo con algunas declaraciones y decisiones de la Iglesia.
Por ejemplo, con afirmaciones últimas del presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello.
Pero añadía la fuente vaticana, en conversación con Religión Confidencial, otro aspecto de la cuestión. “En estos casos, hay que preguntarse qué información puede tener el Gobierno del actual Nuncio en Indonesia. Esa información sería la única que pudiera justificar una negativa”.
Dos posibilidades
Este experto diplomático, con larga trayectoria en la carrera eclesiástica, apuntaba a dos posibilidades. “La primera, que un alto eclesiástico español pueda tener una línea directa con el Gobierno y le haya suministrado información que el Ejecutivo hubiera considerado que no le favorecía y la ha utilizado. Esto supondría que ese eclesiástico tampoco estaría muy contento con este nombramiento, incluso con otros aspectos del caso”.
Y la segunda, más sorprendente, pero que procede de la experiencia de este experto eclesiástico sobre cómo se procede en ese mundo, señala a “la información que el Gobierno español haya podido recibir de alguna embajada o servicio de información, por ejemplo de China, que es la única nación que pudiera tener conocimiento preciso de monseñor Piero Pioppo, entre otras razones porque Indonsesia está bajo la lupa permanente de esa gran potencia”.
Fuentes del Ministerio de Exteriores
El horizonte comenzó a despejarse cuando un medio de comunicación afín al Gobierno, receptor habitual de exclusivas, publicó una titulada “El Vaticano elige nuncio en España a un colaborador del polémico secretario de Estado de Juan Pablo II”. Noticia que venía a flanquear los motivos de la estrategia del Gobierno de retrasar el Plácet.
A esta información se sumó la del portal especializado en información diplomática, The diplomat in spain, que, citando fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, negaban que se hubiera rechazado a monseñor Piero Pioppo.
A media tarde la noticia se había desinflado por los mensajes que también llegaban desde Roma de que no había constancia de que se le hubiera negado el plácet al propuesto Nuncio en España.
Mensaje de Sánchez a la Iglesia en España
Lo que sí se agudiza es la percepción, confirmada por el transcurso de los días y de los hechos, de que Pedro Sánchez quiere enviar, con este premeditado retraso en conceder el visto bueno al futuro Nuncio del Papa en España, un mensaje a la Iglesia, principalmente a la Conferencia Episcopal.
Lo que no ha calibrado bien Pedro Sánchez es que si hay una institución en la Historia a la que su preocupación por el tiempo es relativa, y que es maestra en jugar con los tiempos, es la Iglesia.