Restauración histórica de la Virgen de la Macarena
Informe técnico del IAPH: diagnóstico alarmante
La restauración consensuada: Pedro Manzano al frente
Tensiones y retos de legitimidad
Hacia el 2026: horizonte de recuperación
Restauración histórica de la Virgen de la Macarena
La Hermandad de la Esperanza Macarena, venerada en Sevilla como uno de los máximos símbolos de la Semana Santa, ha aprobado en cabildo general extraordinario—celebrado entre el 29 y 30 de julio de 2025—una nueva restauración de su imagen titular, tras la polémica causada por una intervención anterior. Casi 1.800 hermanos participaron en la votación, que terminó con 998 votos a favor, frente a 458 en contra, 13 en blanco y 6 nulos, según anuncia la Hermandad de la Macarena en su página web.
Informe técnico del IAPH: diagnóstico alarmante
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) presentó un informe exhaustivo donde se detectaron patologías graves:
Presencia de ataques de xilófagos, con galerías en la espalda y grietas estructurales que atraviesan la imagen desde la zona superior hasta la sien derecha.
Fisuras en la mascarilla, separación de ensamblajes y deterioro causado por humedad y hongos en clavos incrustados en la madera.
Intervenciones previas inadecuadas, especialmente la restauración de Francisco Arquillo en junio de 2025, que alteró los párpados, cejas y expresión original, generando deformaciones visibles en el rostro y reduciendo el tamaño aparente del globo ocular.
El informe también advierte sobre la aplicación excesiva de productos de limpieza y la mala documentación fotográfica de actuaciones anteriores, lo que ha dificultado la reversión de los daños, informa el diario ABC.
La restauración consensuada: Pedro Manzano al frente
La propuesta de restauración fue realizada por el restaurador Pedro Manzano Beltrán, quien explicó el plan en detalle durante el cabildo. El nuevo proceso incluye:
Restauración de soporte y policromía en dos niveles: tratamiento estructural y reintegración cromática para recuperar la expresividad original del rostro del siglo XVII.
Duración estimada de tres meses, aunque podría ampliarse si surgen nuevas patologías detectadas durante el proceso.
Empleo de técnicas avanzadas como tomografía y datación por carbono‑14 para analizar la madera antes de intervenir.
Creación de dos comisiones de seguimiento integradas por expertos en patrimonio, junto con la supervisión del IAPH y de la Hermandad.
El Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, ha pedido disculpas públicas por los errores previos y también exigido respeto ante algunas informaciones que han tratado el caso con burla o sensacionalismo mediático.
Tensiones y retos de legitimidad
La restauración fallida de junio generó una crisis interna: dimitieron miembros del patrimonio de la Hermandad, se cuestionó la legitimidad de la intervención y se intensificó la exigencia de catalogar la imagen como Bien de Interés Cultural (BIC) para garantizar su protección futura.
Expertos como Juan Manuel Miñarro han planteado dudas sobre la restauración propuesta, señalando una contradicción entre el diagnóstico de deterioro severo y la intención declarada de realizar una intervención “mínima”. Mientras tanto, una parte de los devotos, medio en broma, medio en serio, reclama que "esa no es su mirada de siempre", en referencia al impacto emocional del cambio en los rasgos faciales.
Hacia el 2026: horizonte de recuperación
La Hermandad espera concluir la restauración antes de Cuaresma de 2026, garantizando que la imagen pueda estar lista para los cultos y la próxima estación de penitencia si se descubren nuevas patologías, los trabajos podrán prolongarse.
La intervención será documentada fotográficamente y en vídeo, y se realizará en las propias dependencias de la Hermandad, salvo nuevas pruebas externas que pudieran ser requeridas