En su mensaje a los participantes del 36º Festival de la Juventud "Mladifest", realizado del 4 al 8 de agosto en el santuario de Bosnia y Herzegovina, el Pontífice anima a no dejarse frenar por barreras culturales o lingüísticas. La fe, dice, es un lenguaje "más fuerte que cualquier frontera", capaz de unir corazones como llamas que, al encenderse mutuamente, forman "un solo gran fuego que ilumina el camino".