Descubren la verdadera autora del simpecado de gala de la Pastora de Santa Marina: ¿quién lo creó realmente?
En un inesperado giro histórico, una investigación reciente ha revelado que el emblemático simpecado de gala de la Hermandad de la Pastora y Santa Marina, tradicionalmente atribuido a una donación del duque de Osuna en 1735, fue en realidad bordado en 1805 por Antonia  Bazo, desvela el Diario ABC.   Este sorprendente hallazgo proviene del taller […]

En un inesperado giro histórico, una investigación reciente ha revelado que el emblemático simpecado de gala de la Hermandad de la Pastora y Santa Marina, tradicionalmente atribuido a una donación del duque de Osuna en 1735, fue en realidad bordado en 1805 por Antonia  Bazo, desvela el Diario ABC.  

Este sorprendente hallazgo proviene del taller Cyrta y su restaurador Pablo Pérez, quien analizó la obra gracias a una exposición con motivo de la próxima coronación canónica de la titular de la hermandad. Al estudiar las peculiaridades estilísticas del simpecado, Pérez observó que ni las técnicas ni el gusto coincidían con la época del siglo XVIII a la que se le atribuía tradicionalmente. 

La pieza había sufrido una transformación significativa en 1992: los bordados originales fueron trasladados sobre terciopelo por Joaquín Ojeda, reduciendo su tamaño y alterando notablemente su diseño original, lo que complicaba las atribuciones anteriores. 

La clave del descubrimiento fue el cotejo con otras piezas —un simpecado de Santa Eulalia en Almonaster la Real y un estandarte de la Virgen de los Remedios ejecutado por Vicente Bazo hacia 1760—, que permitió detectar un estilo familiar común y apuntar hacia la escuela de los Bazo Davied. 

El hallazgo definitivo llegó de la mano del archivero Francisco José Martín López, quien localizó un finiquito de 1809 firmado por Antonia Bazo donde confirmaba la venta a la hermandad de un "simpecado de recorte azul turquí bordado en plata". Además, un acta fechada el 8 de septiembre de 1805 mencionaba la adquisición de esa misma insignia, aunque sin nombrar a la bordadora, cerrando así el círculo documental. 

Antonia Bazo, camarera de la Divina Pastora en aquel momento, provenía de una prestigiosa familia de bordadores sevil­lanos —los Bazo Davied— cuyo linaje artístico se prolongó desde los años sesenta del siglo XVIII hasta la muerte de Antonia en 1809. 

Con este revelador descubrimiento, la identidad y la historia de una de las piezas patrimoniales más valiosas de la Semana Santa sevillana cobran un nuevo significado. Cyrta —que ya esclareció previamente la autoría del simpecado del Rosario de la Macarena atribuyéndolo también a Antonia Bazo— anuncia que pronto ofrecerá una publicación más detallada con todos los argumentos y justificaciones del hallazgo. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *