Al final de la Audiencia General, el Papa Francisco dirige un pensamiento al "atormentado pueblo ucraniano" y recuerda la importancia de las personas consagradas presentes en el país: "Son el sostén del pueblo de Dios". El Pontífice también manifestó palabras de cercanía a la población en Malaui, abrumado por el ciclón Freddy que causó cerca de 130 víctimas.