1.300 víctimas de hace décadas
No se utilizarán fondos de donaciones ni colectas
Un programa muy sólido contra el abuso
El Papa Francisco y el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez.
Una noticia sobre los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia Católica de Estados Unidos ha sido recogida por medios nacionales e internacionales con una repercusión a nivel mundial.
Fundamentalmente por dos razones: por la sinceridad y reparación con la que se ha mostrado el arzobispo de Los Ángeles, el mexicano José H. Gómez y porque, a pesar de la cuantía, lar archidiócesis más grande de Estados Unidos y una de las más grandes del mundo no se declarará en quiebra ni tampoco utilizarán “fondos provenientes de donaciones, colectas o campañas”.
1.300 víctimas de hace décadas
Así, la arquidiócesis de Los Ángeles ha llegado a un acuerdo en principio por valor de 880 millones de dólares (unos 812.24 millones de euros) para compensar a unas 1.352 víctimas de abuso sexual infantil de hace décadas que habían denunciado y reclamado. Es decir, unos 624.000 euros a cada víctima.
“Lamento profundamente cada uno de estos casos”, escribió el arzobispo José H. Gómez en una carta del 16 de octubre a los católicos de Los Ángeles. “Mi esperanza es que este acuerdo sirva para sanar en cierta medida lo que han sufrido estos hombres y mujeres”.
La decisión anunciada el miércoles pasado en una declaración conjunta del abogado de la arquidiócesis y un comité de abogados de los demandantes presenta un acuerdo global que culmina un proceso de mediación de un año que siguió a la reactivación de tres años de demandas civiles en California por abusos sexuales pasados a menores.
Las 1.353 reclamaciones que serán indemnizadas según el acuerdo se basan en acusaciones contra sacerdotes, otros clérigos, mujeres religiosas y laicos de la archidiócesis, junto con sacerdotes y clérigos de órdenes religiosas de otras diócesis que prestaban servicios en la archidiócesis de Los Ángeles, informa la archidiócesis californiana.
No se declararán en quiebra
En su carta, el arzobispo Gómez enfatizó que, como resultado de las reformas en los procedimientos arquidiocesanos, “los nuevos casos de mala conducta sexual por parte de sacerdotes y clérigos que involucran a menores son raros en la arquidiócesis”. Agregó: “Nadie que haya sido encontrado culpable de haber dañado a un menor está sirviendo en el ministerio en este momento”.
El arzobispo ha anunciado que, a pesar de la cuantía, no se declararán en quiebra y explicó que financiará este acuerdo mediante una combinación de reservas archidiocesanas y otros activos, así como préstamos y pagos que se pueden esperar de otras partes nombradas en las demandas, como las órdenes religiosas.
No se utilizarán fondos de donaciones ni colectas
Gómez enfatizó que en ningún caso se utilizarán fondos provenientes de donaciones de parroquias o escuelas o de colectas y campañas de la archidiócesis. La arquidiócesis comenzará a efectuar los entre 2025 y 2026.
Esta es la segunda vez que la Arquidiócesis de Los Ángeles llega a un acuerdo global por denuncias de abusos. La primera vez que California levantó el plazo de prescripción en 2003, se presentaron más de 500 demandas contra la Arquidiócesis, lo que dio como resultado un acuerdo en 2007.
Un programa muy sólido contra el abuso
No obstante, tras estos acuerdos y el plan de tolerancia cero impulsado por Benedicto XVI, la ex funcionaria del FBI y experta en protección contra el abuso sexual Kathleen McChesney ha declarado: “Tienen un programa muy sólido para tratar casos que abordan nuevas acusaciones, tienen un apoyo y una defensa de las víctimas excepcionales”, dijo McChesney, quien ahora dirige Kinsale Management Consulting, una firma que asesora a instituciones y diócesis sobre rendición de cuentas por abusos y protección infantil.
“La Iglesia está muy bien en general”, añadió McChesney. “No es un problema que vaya a eliminarse al cien por cien, pero ese es el objetivo”.
Heather Banis, directora del Ministerio de Asistencia a Víctimas de la Arquidiócesis de Los Ángeles, visita la fuente de un "Jardín de Sanación" para víctimas de abuso sexual (Arquidiócesis de Los Ángeles).