Choque entre el Papa y cardenales
Déficit de 83 millones de euros
Patrimonio de unos 4.000 millones de euros
El pasado 11 de febrero, tres días antes de ser hospitalizado, el Papa Francisco, con un Quirógrafo firmado el 11 de febrero de 2025, instituyó la Commissio de donationibus pro Sancta Sede, una nueva comisión «cuya tarea específica es fomentar las donaciones mediante campañas especiales entre los fieles, las Conferencias Episcopales y otros posibles benefactores, subrayando su importancia para la misión y las obras de caridad de la Sede Apostólica, así como encontrar financiación de donantes dispuestos para proyectos específicos presentados por las Instituciones de la Curia Romana y del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, sin perjuicio de la autonomía y de las competencias de cada Institución, según la normativa vigente».
Miembros de la comisión
La comisión está compuesta actualmente por cinco miembros (puede ampliarse hasta un máximo de seis): Monseñor Roberto Campisi, Consejero para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, que la preside; el Arzobispo Flavio Pace, Secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos; Sor Alessandra Smerilli, Secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Sor Silvana Piro, Subsecretaria de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica; y el abogado Giuseppe Puglisi-Alibrandi, Vicesecretario General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Monseñor Roberto Campisi, Consejero para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, presidente de la Comisión para las donaciones.
Choque entre el Papa y cardenales
Esta decisión del Papa Francisco estuvo precedida por un choque entre el Santo Padre y algunos cardenales de la Curia Romana por las finanzas del Vaticano, tal y como lo revela la agencia Reuters, noticia ampliada en ABC y publicada en The Jerusalem Post.
Según las mismas fuentes, el Papa contó con la oposición a sus propuestas de recortes presupuestarios en el Vaticano desde la Curia Romana y a la decisión del papa argentino de buscar financiamiento externo para solucionar el déficit, según informó dos funcionarios sin identificar a Reuters.
Conflictos de interés
Durante la reunión, según Reuters, varios cardenales mostraron su sorpresa y desacuerdo por la decisión de equilibrar los gastos buscando donantes o "financiación externa". En opinión de esos altos cargos la iniciativa podría dar lugar a conflictos de interés. Les preocupaba lo que estas instituciones filantrópicas, sobre todo fundaciones católicas de Alemania y de EE.UU., puedan pedir a cambio de su ayuda.
Francisco ha estado tratando de equilibrar el presupuesto durante varios años. Ha reducido los salarios de los cardenales tres veces desde 2021 y exigió un programa de "déficit cero" en septiembre.
Déficit de 83 millones de euros
En este mes, Francisco advirtió a los cardenales y a los altos cargos de la Curia que se apretaran el cinturón, ante un déficit en las cuentas vaticanas de 2023 de 83 millones de euros, déficit que subió respecto a los dos años anteriores: 3n 2021, fue de 3,3 millones de euros y en 2022, 33 millones.
Ante estas cifras, el Papa propuso a la Curia tres vías para reducir el gasto: recortes, búsqueda de financiación externa y solidaridad con los organismos deficitarios.
Patrimonio de unos 4.000 millones de euros
La Santa Sede tiene un patrimonio de unos 4.000 millones de euros, formado por unos 5.000 inmuebles y una cartera de inversiones. No emite bonos, ni tiene una industria, por lo que, aparte de los beneficios de los Museos Vaticanos, cubre sus gastos con estas rentas. Deshacerse de ellos para afrontar el déficit sería un suicidio financiero, y sería un mal parche para afrontar la cuestión sólo durante los próximos quince o veinte años, informa ABC.
Su principal partida de gastos son los sueldos de sus 3.000 empleados y las pensiones de sus jubilados. El último dato es de 2022, cuando el entonces responsable de la Secretaría de Economía, el español Juan Antonio Guerrero Alves, estimó que el pasivo neto del fondo de pensiones ascendía a unos 631 millones de euros. A medio plazo es insostenible, y el Vaticano deberá encontrar nuevas formas de financiación.