En un libro de Don Ennio Stamile, presidente de la asociación de voluntariado «San Benedetto Abate», la historia de las dificultades de los pequeños picapedreros y la labor de quienes les ayudan a ir a la escuela: «Allí, la única forma de sustento es el granito, por lo que los niños se ven obligados, por razones de pobreza, a romper piedras a partir de los dos años».