Valoran las condolencias del Gobierno
La presencia de los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, en los funerales por el fallecido Papa Francisco, celebrados ayer en Roma, ha sido “apreciada” por el Vaticano y considerada “de gran importancia”, según han manifestado a Confidencial Digital portavoces vaticanos.
“Al fin y al cabo, la Casa Real española siempre ha representado con honor y fuerza el catolicismo del pueblo español”, han declarado esas fuentes cualificadas.
Ausencia de Pedro Sánchez
La presencia de los reyes en las honras fúnebres celebradas en Roma es aún más significativa si se tiene en cuenta la ausencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, “quizás por una elección diplomática relacionada con su propio laicismo”, han comentado.
Los portavoces vaticanos han añadido: “Probablemente esta elección del presidente español -de no asistir al funeral de Francisco- es coherente con su pensamiento político personal, no siempre favorable a los principios cristianos”.
“Ciertas opciones o valoraciones no favorables a la cultura cristiana, a la vida humana, a la familia, con apertura a cuestiones bioéticas como el ‘vientre de alquiler’, el aborto, la eutanasia, las ideologías LGTB, de género, etc., creo que no son propias de todo el pueblo de la muy católica España”, han añadido.
Valoran las condolencias del Gobierno
Al mismo tiempo, las fuentes vaticanas a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, han puesto de manifiesto que “son apreciables las condolencias expresadas por el presidente del Gobierno de España, que lamentó la muerte del Papa Francisco, y destacó su legado de paz y justicia social”.
Como es sabido, el Gobierno declaró tres días de luto oficial por el fallecimiento del Romano Pontífice.
Esas fuentes han recordado que, en el pasado, algunos presidentes del Gobierno españoles iniciaron su mandato jurando sobre los Evangelios. “Si este gesto no es ahora tan bien recibido como para ser aceptado, no puede sino hacernos reflexionar”.
Y han concluido: “El cristiano respeta la libertad de todo hombre, y no pretende juzgar a nadie”.