¿Quién anunciará el “habemus papam” y por qué? Entre los cardenales nada se deja al azar
Cerradas las puertas de la Capilla Sixtina  Cardenal Re: Papa de la comunión y la unidad Protodiácono desde el 28 de octubre de 2024 El decano de los cardenales diáconos Cómo se dividen los cardenales Apelaciones contra decisiones de tribunales  De Marruecos al Vaticano Licenciado en Derecho Canónico  La tarea de pronunciar la famosa frase “habemus […]

Cerradas las puertas de la Capilla Sixtina 

Cardenal Re: Papa de la comunión y la unidad

Protodiácono desde el 28 de octubre de 2024

El decano de los cardenales diáconos

Cómo se dividen los cardenales

Apelaciones contra decisiones de tribunales 

De Marruecos al Vaticano

Licenciado en Derecho Canónico 

La tarea de pronunciar la famosa frase “habemus papam” (“tenemos papa”) corresponde al cardenal protodiácono, hoy Dominique Mamberti, un brillante diplomático vaticano nacido en Marruecos, pero de origen corso. Si fuera elegido papa, todo cambiaría. ¿Por qué los cardenales se dividen en tres órdenes?

Cerradas las puertas de la Capilla Sixtina 

Las puertas de la Capilla Sixtina se han cerrado a las 17.46 horas de este miércoles 7 de mayo, para dar comienzo al Cónclave en el que los 133 cardenales electores elegirán al sucesor de Francisco, el 267 Papa de la Iglesia Católica. La primera fumata, previsiblemente negra, se ha previsto inicialmente a las 19:00 horas de esta tarde. El nuevo Papa sólo saldrá elegido por mayoría cualificada de dos tercios del cuerpo cardenalicio, es decir, necesitará 89 votos para ser elegido. 

Cardenal Re: Papa de la comunión y la unidad

En la misa pro eligendo Pontifice, presidida esta mañana en la basílica vaticana, el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, esbozó las tareas de cada sucesor de Pedro, marcadas por el «mandamiento nuevo» del amor. El recordatorio a los cardenales electores: elegir con «la mayor responsabilidad humana y eclesial», evitando consideraciones personales y mirando al bien de la Iglesia y de la humanidad.

En la "confiada espera" de estas horas, el cardenal Re invocó la ayuda del Espíritu Santo, "Que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo" y apuntó a que sea elegido el Papa de la comunión y la unidad, según recoge Vatican News. 

Protodiácono desde el 28 de octubre de 2024

Cuando se elige al Papa, sale el humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina. Poco después se anuncia en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam” (Os anuncio una gran alegría: tenemos papa). Quien pronuncia esta frase es el cardenal protodiácono, en esta ocasión Dominique Mamberti que ostenta el cargo desde el 28 de octubre de 2024.

Todo cambiaría en caso de que el propio Mamberti fuera elegido Papa. En ese caso, el anuncio lo haría el cardenal viceprotodiácono, actualmente el italiano Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria.

El decano de los cardenales diáconos

Se trata del cardenal con mayor antigüedad entre los del orden de diáconos, es decir, una categoría de cardenales que asisten al papa en la Curia Romana.

Actualmente el protodiácono es Dominique Mamberti, de 73 años, nacido en Marruecos pero originario de una familia de Córcega. Antiguo ministro de asuntos exteriores vaticano (el título oficial secretario para la s relaciones con los Estados), en estos momentos es prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.

El Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica es el máximo tribunal judicial de la Iglesia católica, situado en el Vaticano. Puede considerarse el equivalente eclesiástico de un Tribunal Supremo en un Estado.

Cómo se dividen los cardenales

Tradicionalmente, los cardenales se dividen en tres órdenes: obispos, presbíteros y diáconos. En las imágenes televisadas que nos han brindado los distintos canales generalistas y del Vaticano, se ha visto como han entrado los cardenales y han prestado juramento por orden de precedencia, que se basa principalmente en la antigüedad de su creación como cardenal, comenzando por los cardenales obispos, seguidos por los cardenales presbíteros y finalmente los cardenales diáconos, dentro de cada orden la antigüedad determina la precedencia. 

Forman parte del orden de los obispos los cardenales titulares de las diócesis que originalmente dependen de la diócesis del Papa, Roma (Albano, Frascati, Ostia, Palestrina, Porto-Santa Rufina, Sabina-Poggio Mirteto, Velletri-Segni).  A los cardenales que han recibido de manera simbólica esta diócesis, se les añaden algunos patriarcas orientales elevados al cardenalato. Desde 2018, por voluntad del papa Francisco, también algunos cardenales que desempeñan funciones de especial responsabilidad forman parte de la orden de los obispos, en concreto el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, actualmente Giovanni Battista Re.

La orden de los presbíteros comprende a los cardenales que son obispos de diócesis importantes y algunos jefes de dicasterios de la Curia Romana. A cada cardenal presbítero se le asigna un “título”, que es el nombre de una antigua iglesia de Roma, en señal de su vínculo con la diócesis del Papa.

Por último, la orden de los diáconos comprende a los cardenales que suelen ser arzobispos u obispos que ocupan cargos en la Curia Romana y a los que se les asigna una “diaconía”, es decir, una iglesia de Roma, a menudo con una historia de obras caritativas.

Tradicionalmente, el cardenal protodiácono es el cardenal diácono más antiguo por nombramiento y tiene la tarea de anunciar la elección del nuevo Papa y de imponer el palio al Pontífice al comienzo de su ministerio. Los cardenales diáconos pueden, después de diez años, solicitar pasar al orden de cardenales presbíteros.

La entrada de los cardenales en la Capilla Sixtina para el inicio del Cónclave 2025.

Apelaciones contra decisiones de tribunales 

Otras funciones de Dominique Mamberti como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica a quien veremos pronunciar la sobrecogedora frase “habemus papam” (a no ser que salga elegido él como hemos mencionado) es atender apelaciones contra decisiones de tribunales eclesiásticos inferiores, especialmente del Tribunal de la Rota Romana (por ejemplo, en casos de nulidad matrimonial). Asegura, además, que se respeten los derechos procesales en los procesos judiciales eclesiásticos.

Interviene si se acusa a un tribunal eclesiástico de no haber seguido un proceso justo. Juzga controversias administrativas que surgen dentro de los dicasterios de la Curia Romana. Es el órgano competente para recursos jerárquicos contra actos administrativos dictados por autoridades eclesiásticas. Supervisa el funcionamiento de los tribunales eclesiásticos locales.

De Marruecos al Vaticano

Dominique Mamberti es uno de los grandes ejemplos de diplomáticos que ha dado la Iglesia.

Nació en Marrakech, Marruecos, el 7 de marzo de 1952, hijo de padres franceses que se trasladaron a su país poco después de su nacimiento.

El joven Dominique tenía una carrera profesional muy prometedora. Tras completar sus estudios secundarios, se matriculó en la Facultad de Derecho de Estrasburgo; posteriormente, cursó estudios de posgrado en la Universidad de París II, cursando estudios superiores de Derecho Público y Ciencias Políticas.

Pero Dominique dejó una vida llena de atractivas promesas al sentir el llamado a la consagración en el sacerdocio, entrando en el Seminario Pontificio Francés de Roma. Fue ordenado sacerdote para la diócesis de Ajaccio (Córcega) el 20 de septiembre de 1981.

Sus superiores, conscientes de su talento en ciencias políticas, le propusieron entrar en la Academia Eclesiástica Pontificia, la escuela que forma a los diplomáticos vaticanos, de donde salen después los nuncios apostólicos.

Licenciado en Derecho Canónico 

Continuó su formación en la Universidad Pontificia Gregoriana, donde obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico.

Ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de marzo de 1986 y prestó sus servicios en las representaciones pontificias en Argelia (1986-1990), Chile (1990-1993), ante las Naciones Unidas en Nueva York (1993-1996), en el Líbano (1996-1999) y en la Secretaría de Estado (1999-2002).

El 18 de mayo de 2002 fue elegido por Juan Pablo II arzobispo titular de Sagona y nombrado al mismo tiempo nuncio apostólico en Sudán (y posteriormente también en Eritrea) y delegado apostólico en Somalia.

El 3 de julio siguiente recibió la consagración episcopal en la Basílica de San Pedro de manos del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado. El 15 de septiembre de 2006, Benedicto XVI lo nombró su ministro de asuntos exteriores, cargo confirmado por el papa Francisco el 31 de agosto de 2013.

El 8 de noviembre de 2014 fue nombrado prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, asegurando, sin embargo, la continuidad del servicio en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, hasta mediados de enero de 2015. El papa Francisco lo creó cardenal en el consistorio del 14 de febrero de 2015.

 

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