Lecturas de hoy. Sábado 10 de mayo de 2025
Primera Lectura Salmo Evangelio Comentario del Evangelio  Sábado de la tercera semana de Pascua. Lecturas de  San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia 10 de mayo de 2025  Primera Lectura Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,31-42): EN aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se […]

Primera Lectura

Salmo

Evangelio

Comentario del Evangelio 

Sábado de la tercera semana de Pascua. Lecturas de  San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia

10 de mayo de 2025 

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,31-42):

EN aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en el temor del Señor, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.
Pedro, que estaba recorriendo el país, bajó también a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla.
Pedro le dijo:
«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y arregla tu lecho».
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle:
«No tardes en venir a nosotros».
Pedro se levantó y se fue con ellos. Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron todas las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar y, volviéndose hacia el cuerpo, dijo:
«Tabita, levántate».
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Palabra del Señor

Salmo

Sal 115,12-13.14-15.16-17

R/. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R/.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando el nombre del Señor. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio segun san Juan (6,60-69):

EN aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Palabra del Señor

Comentario del Evangelio 

¡Levántate! Tienes presente

Invitación permanente de quien es el Señor de la Historia, de cada historia personal e intransferible: JESUCRISTO, nuestra Garantía inamovible, Paz inquebrantable.

Éste debiera ser el anuncio permanente de nosotros cristianos, máxime en este mundo nuestro, donde unos pocos quieren a toda costa que comamos de su mano y les bailemos el agua.

Su discurso provoca la fiebre del divide y vencerás, la obsesión porque nos atrincheremos en los cuarteles de invierno, rearmados hasta los dientes, por aquello de…sálvese quien pueda y sepa.

Me pregunto y te pregunto: - ¿de qué o quiénes nos tenemos que salvaguardar? ¿No será precisamente de los que postulan la paz a precio de uniformar, segregar, empobrecer al otro?

La paz sin aditivos, colorantes y conservantes la dio y sigue dándola el Maestro de Nazaret, levantándonos de nuestras postraciones y ayudándonos a arreglar nuestro lecho interior, tantas veces desbaratado por toda la intoxicación que sufre de lo que supone anti-valor.

Esta experiencia de liberación nos impele a…

Alzar la copa de la salvación, porque rompiste mis cadenas

En este mundo nuestro, postmoderno hasta los tuétanos, nos hemos quedados atrapados en la creencia de que todo pende y depende de nosotros. ¡Tamaña falacia! Por supuesto que tenemos parte y arte en nuestra construcción y la de los otros, pero situándonos en el lugar que verdaderamente nos corresponde: la de criaturas y no dioses, hechura de Dios. Aterrizar en esta verdad nos ahorraría y ahorraríamos múltiples sufrimientos, yermos por demás.

Nos urge recuperar y acrecentar la GRATITUD por la GRATUIDAD DE DIOS para cada uno de sus hijos.

El espíritu es quien da vida

Ceñir el sentido de la vida a lo puramente tecnológico, material, es abocarnos a castrar nuestras potencialidades como seres espirituales, reduciéndonos a seres raquíticos, enclenques que visionan la vida en blanco y negro con anteojeras, las que les ponen a los caballos en los ojos para que no se asusten y desboquen. Visión de túnel servida.

Nos apremia escuchar y que escuchen los otros: ¡Levántate! Tienes presente.

Sor Mª Ángeles Calleja O.P.
Monasterio Santa Catalina – Paterna

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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