Como cada año, en el mes de mayo dedicado a la Virgen María, numerosos católicos de Pekín peregrinan al santuario mariano de Housangyu, en el distrito de Mentougou, en la periferia de la capital, para celebrar su devoción mariana y vivir el Año Jubilar de la Esperanza, destaca la Agencia Fides.
El sábado 3 de mayo, el obispo ordinario de Pekín, Joseph Li Shan, presidió la solemne Eucaristía en dicho santuario, lugar profundamente arraigado en la espiritualidad mariana de los fieles de la capital.
El sábado 10 de mayo, será la comunidad de la catedral de San Salvador (conocida como Bei Tang) la que realizará su peregrinación al mismo santuario. Siguiendo el calendario del mes mariano, el 17 de mayo será el turno de la parroquia de Xi Tang, dedicada a la Medalla Milagrosa; el 24 de mayo peregrinará la comunidad parroquial de Dong Tang, dedicada a San José; y el 31 de mayo lo hará la parroquia de Nan Tang, dedicada a la Inmaculada Concepción.
Durante la semana, las comunidades parroquiales se preparan espiritualmente para la peregrinación mediante momentos de oración compartida. Según el anuncio oficial difundido por la diócesis, estos encuentros pretenden ayudar a los fieles a rezar “junto con la Iglesia universal, en el Año Jubilar de la Esperanza”, siguiendo “el ejemplo de la Santísima Virgen María y de Jesús, con corazón de peregrinos, perseverando en la fe, practicando la caridad, alegrándose en la esperanza y avanzando juntos hacia el encuentro con el Señor glorioso”.
En la provincia de Jiangxi, las comunidades católicas han iniciado sus peregrinaciones de mayo hacia la iglesia del Santuario de Lushan, dedicada a la Asunción de María, que también acoge el centro espiritual que lleva el nombre del misionero Matteo Ricci.
Encabezada por el obispo de Nanchang, Giovanni Battista Li Suguang, la comunidad de su diócesis ha dado comienzo al mes mariano del Año Jubilar acogiendo su exhortación a “extender la oración a toda la diócesis y a la Iglesia universal, que se prepara para el Cónclave” con el fin de elegir al nuevo obispo de Roma. El obispo Li ha expresado su deseo de que esta peregrinación jubilar sirva para “fortalecer la fe” y “recibir la gracia divina, de modo que la comunidad católica de Jiangxi florezca bajo la guía del Espíritu Santo y la protección de María, nuestra Madre”.
En los últimos diez años, el santuario de Lushan se ha convertido en uno de los destinos marianos más concurridos por los fieles chinos.