El padre Marcos Antonio Ballena Rentería fue nombrado para dirigir el seminario diocesano por el entonces obispo Robert Francis Prevost y tuvo la suerte y la alegría de trabajar con él en el frente de la formación sacerdotal y la pastoral: "Se notaba claramente que el Evangelio vive en él. Siempre llevaba en el corazón a los últimos y a los desposeídos".