En la Misa en sufragio del Pontífice fallecido hace un mes, en la Basílica de Santa María la Mayor donde reposan sus restos, el cardenal Arcipreste recuerda que su vida siempre ha estado unida "a la de Jesús: como un sarmiento unido a la vid". Por eso sus palabras y sus gestos «han penetrado profundamente en el corazón de los fieles» que siguen rezando ante su tumba.