A la hora del Regina Coeli, el Papa recordó que aunque “a veces nos sentimos insuficientes” en el camino de la vida, tenemos que confiar en “la misericordia del Señor que nos ha donado el Espíritu Santo que nos guía y nos enseña todo” y nos convierte en su morada. "Comprometámonos a llevar su amor a todas partes" recordando que "cada hermano es morada de Dios, y que su presencia se revela especialmente en los pequeños, en los pobres y en quienes sufren".