Los obispos franceses alzan la voz contra la ley de “muerte asistida” promovida por Macron
Se vota hoy en la Asamblea Nacional  Un ministro declaradamente católico  Gran Logia Masónica de Francia Rechazar una “pseudosolidaridad” “Acompañar hasta el final es ayudar a morir" Una de las leyes más permisivas del mundo Asistencia para morir  Mientras Francia se encamina hacia una votación decisiva sobre el controvertido proyecto de ley de “muerte asistida”, los […]

Se vota hoy en la Asamblea Nacional 

Un ministro declaradamente católico 

Gran Logia Masónica de Francia

Rechazar una “pseudosolidaridad”

“Acompañar hasta el final es ayudar a morir"

Una de las leyes más permisivas del mundo

Asistencia para morir 

Mientras Francia se encamina hacia una votación decisiva sobre el controvertido proyecto de ley de “muerte asistida”, los obispos católicos del país han intensificado su oposición con una campaña pública sin precedentes, llamando a los fieles a manifestarse y contactar directamente con sus representantes en el Parlamento.

Se vota hoy en la Asamblea Nacional 

El proyecto, impulsado por el presidente Emmanuel Macron, será sometido a votación clave en la Asamblea Nacional el 27 de mayo. La Iglesia católica francesa, que ha mostrado una inusual movilización frente a esta medida, considera que está en juego la protección de los más vulnerables y el respeto a toda vida humana.

El camino hacia esta ley no ha sido lineal. En junio de 2024, ya existía un borrador legislativo sobre el final de la vida, que incluía la eutanasia. Macron lo calificó entonces como una "ley de fraternidad". Sin embargo, la disolución de la Asamblea Nacional el 9 de junio por parte del propio presidente paralizó su tramitación.

Un ministro declaradamente católico 

En enero de este año, el primer ministro François Bayrou —declaradamente católico— propuso dividir el debate legislativo en dos textos distintos: uno enfocado en los cuidados paliativos y otro sobre la asistencia médica para morir. Desde el 9 de abril, ambos proyectos están siendo debatidos por la Comisión de Asuntos Sociales del Parlamento, informa Angelus News. 

Mientras el texto que garantiza el acceso universal a cuidados paliativos ha logrado un consenso amplio, la otra propuesta —que contempla la legalización del “derecho a morir” con ayuda médica— ha generado fuertes divisiones, incluso dentro de los partidos políticos.

El clero francés lleva más de un año oponiéndose activamente a la eutanasia. Según el diario Le Monde, hacía tiempo que ningún tema movilizaba con tanta fuerza a los obispos como éste. En entrevistas, artículos de opinión y apariciones en radio y televisión, los obispos han expresado su rechazo frontal a la reforma promovida por Macron.

Gran Logia Masónica de Francia

En las últimas semanas, esta movilización ha cobrado fuerza. El pasado 6 de mayo, el arzobispo Éric de Moulins-Beaufort, presidente saliente de la Conferencia Episcopal Francesa, respondió a través de la red social X a unas declaraciones del presidente Macron, quien había definido la asistencia activa para morir como un “mal menor” durante un acto con la Gran Logia Masónica de Francia.

Moulins-Beaufort fue tajante: “No, señor presidente. La decisión de matar y ayudar a matar no es el mal menor. Es simplemente la muerte. No podemos mentir ni escondernos tras eufemismos. Matar no puede ser una elección de fraternidad ni de dignidad. Es la opción del abandono, una negativa a acompañar hasta el final, que pesará especialmente sobre los más frágiles y solos”.

Ces personnes handicapées manifestaient samedi après-midi à Paris. Jusque là elles sont tranquilles. Mardi si l’Assemblée vote la loi euthanasie, elles seront en danger. La France ne doit pas choisir de tuer les plus fragiles. Elle doit choisir le respect de la vie. C’est tout. pic.twitter.com/Mm1019grW2

— Jean-Frédéric Poisson (@jfpoisson78) May 24, 2025

Rechazar una “pseudosolidaridad”

Por su parte, el arzobispo de Lyon, Mons. Olivier de Germay, también se dirigió a los parlamentarios el 12 de mayo, pidiéndoles “el coraje de ir contracorriente” y de rechazar una “pseudosolidaridad” que equivaldría a sugerir a los mayores que se les puede ayudar a desaparecer.

Tres días más tarde, el 15 de mayo, líderes religiosos de diversas confesiones —católicos, protestantes, ortodoxos, musulmanes, judíos y budistas— publicaron una declaración conjunta, una acción inédita en la historia reciente de Francia. En ella alertaban sobre los “graves abusos” y el “cambio radical” que implicaría esta legislación. El texto, firmado por Moulins-Beaufort y difundido por la Conferencia Episcopal, subrayaba los riesgos que una ley de este tipo podría acarrear para los más vulnerables.

“Acompañar hasta el final es ayudar a morir"

El 16 de mayo, el arzobispo Vincent Jordy de Tours, vicepresidente del episcopado francés, explicó en el diario La Croix las razones de fondo de la oposición eclesial: “Acompañar hasta el final es ayudar verdaderamente a morir. Hoy, uno de cada dos franceses que podrían necesitarlo no tiene acceso a cuidados paliativos de calidad, lo cual sabemos que disminuye enormemente las solicitudes de eutanasia”.

Aun así, el 17 de mayo los diputados aprobaron una enmienda clave al texto que será votado este 27 de mayo, reconociendo un nuevo “derecho a morir con asistencia”. Evitaron emplear términos como “eutanasia” —por su asociación con el nazismo— o “suicidio”, para diferenciarlo del suicidio tradicional y sus programas de prevención.

Una de las leyes más permisivas del mundo

La respuesta de los obispos no se hizo esperar. El fin de semana del 18 y 19 de mayo, parroquias de todo el país distribuyeron folletos y colocaron carteles en las iglesias llamando a la movilización. También se reforzó la campaña en redes sociales. El mensaje era claro: “No nos callemos. Digamos no a la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido”.

Los obispos apelaron directamente a los fieles para que se pusieran en contacto con sus diputados y expresaran su oposición. Insisten en que, de aprobarse, esta ley podría convertirse en una de las más permisivas del mundo y abrir una peligrosa puerta a abusos sobre los más indefensos.

Paris samedi 24 mai 2025, l’esplanade des Invalides.
Des personnes vulnérables déjà frappées par diverses souffrances, manifestent l’horreur que le gouvernement met en place sur la loi de fin de vie.
Parmi elles, des personnes éligibles à l’aide à mourir sont venus témoigner sur… pic.twitter.com/iLyMO5o4E4

— Démoniac 🇮🇹🇫🇷 (@platinium230) May 25, 2025

Asistencia para morir 

El 21 de mayo, apenas tres días después de esta movilización dominical, la Asamblea Nacional aprobó el artículo que establece las bases para la solicitud de “asistencia para morir”, incluso para personas que aún no hayan accedido a cuidados paliativos. Esa misma tarde, doce obispos de la región de París participaron en una vigilia en la catedral de Notre Dame, donde se escucharon testimonios de vida y se oró por quienes enfrentan el final de sus días.

El debate parlamentario continuará hasta el 25 de mayo, antes de la votación definitiva el día 27. Será entonces cuando se decida si Francia se suma o no a la lista de países que legalizan la muerte asistida, en medio de una controversia que ha tocado el corazón mismo de su sociedad.

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