Los siete padres de la Constitución
Diálogo como instrumento de concordia
Una polarización que nos bloquea
Principios de diálogo y encuentro
La Fundación Pablo VI ha entregado los premios Populorum Progressio a los padres de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca Junyent, unos premios inspirados en la carta encíclica del papa Pablo VI que publicó el 1967, unos años de especial convulsión, violencia y desigualdad. El Santo Padre puso de manifiesto que solo desde un trabajo por el desarrollo y la justicia es posible la paz; y que el encuentro y el diálogo es condición indispensable para llegar a “un bien común sólido y estable”.
Así, la Fundación ha querido reconocer, inspirados en este espíritu, el papel que estas dos figuras decisivas en la historia reciente de nuestro país han tenido para la construcción de una España próspera, democrática, libre y plural.
Los siete padres de la Constitución
Tras recoger el galardón de manos de Mons. Ginés García Beltrán presidente de la Fundación Pablo VI y presidente del jurado, Miguel Herrero ha evocado el esfuerzo de los que, junto a los 7 padres de la Constitución, trabajaron en esta tarea que “no fue individual sino colectiva”, recordando, muy especialmente, a Suárez, González y Carrillo, “los dirigentes de los partidos políticos que articularon fielmente la sensibilidad colectiva del pueblo español” animados por Su Majestad el Rey, don Juan Carlos I, al que, “con razón”, ha dicho, “los historiadores futuros llamarán El Grande”.
Sin el protagonismo y capacidad de entendimiento de todos ellos, -Rey y pueblo, partidos y dirigentes, junto con las fuerzas sociales del momento, desde la Iglesia a los sindicatos- Rodríguez de Miñón ha reiterado, que “no habría podido entenderse el éxito de nuestra empresa”, la Constitución, que “como toda obra humana, es mejorable”, porque como toda institución es preciso criar, interpretar y aplicar, “con prudencia y astucia”.
Diálogo como instrumento de concordia
Hoy no solo se echa en falta “el diálogo fecundo como instrumento de concordia”, sino que se ha convertido también, como ha dicho el Papa León XIV, en una “urgente necesidad de nuestros días”.
Un diálogo que para ser fecundo debe excluir toda forma de “descalificación”, de “injuria y amenaza”; y debe estar fundamentado “en el mutuo aprecio y, en último término, en una civilizadora y civilizada amistad”, recordando muy especialmente la que le une con el otro de los galardonados, Miquel Roca.
Ambos se han fundido en un entrañable y emocionado abrazo, antes de darse el relevo en el discurso, en el que Roca ha reclamado, por su parte, la necesidad, como sucedió en aquellos años de la Transición, de buscar y “aceptar e integrar, desde el respecto a la diferencia, proyectos colectivos; para que el progreso sea de todos y para todos”.
Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca Junyent.
Una polarización que nos bloquea
"Hoy, todo cuanto estoy diciendo, a veces, demasiadas, nos suena como distante; como algo que fue posible, pero que está siendo lamentablemente sustituido por una polarización que nos bloquea, que penaliza cualquier posibilidad de construir proyectos y ambiciones colectivas. Se está más cerca de construir enemigos que de debatir sobre argumentos. Parece como si, incapaces de asumir la complejidad que nos envuelve, nos refugiemos en la simplicidad populista y esta viene siempre acompañada de una peligrosa radicalización que nos conduce fatalmente a la inquietante polarización”.
Principios de diálogo y encuentro
Mons. Ginés García Beltrán, presidente de la Fundación Pablo VI, ha sido el encargado de clausurar el acto, recordando la vigencia para el momento actual de las enseñanzas del papa Montini, cuando afirmaba que “la paz no se logra únicamente con tratados o acuerdos formales, sino cuando las estructuras de injusticia y desigualdad son reemplazadas por modelos sociales y económicos que favorecen la inclusión y el acceso equitativo a oportunidades. Es en esta tarea donde cada uno de nosotros, desde nuestras respectivas vocaciones y responsabilidades, tiene un papel que desempeñar”.
En este sentido, ha concluido, la Fundación Pablo VI, al otorgar estos premios, reafirma su compromiso con esta misión, recordándonos que los principios de diálogo y encuentro no solo pertenecen a la historia, sino que son el fundamento de un futuro más estable y justo. Sigamos promoviendo el encuentro y el diálogo, porque en ello reside la clave de nuestro futuro”.
El acto ha contado con la presencia de numerosas personalidades, como la Presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo; el presidente del Consejo Económico y Social, Antón Costas; el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello; el ex presidente del Senado, Juan José Laborda; el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Pascual Sala; el Arzobispo emérito de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela; los exministros Marcelino Oreja, Rodolfo Martín Villa, María Dolores de Cospedal o Magdalena Valerio; y otros muchos colaboradores, compañeros y amigos, los dos padres de la Constitución aun vivos han recibido el homenaje y cariño por su ejemplo y contribución a la democracia en nuestro país.